Se trata del libro “Blanca, la niña que quería volar”, en memoria a la hija de ambos que murió en septiembre de 2012
“No hay día en el que no me sienta desesperada”, comienza el capítulo que Carolina “Pampita” Ardohain le dedicó a su hija Blanca, producto de su matrimonio con Benjamín Vicuña, quien presentará el libro “Blanca, la niña que quería volar”, el próximo 13 de mayo. Son fragmentos que la modelo escribió durante ese momento.
“Las lágrimas no se acaban y los gemidos de dolor tampoco. Es como si el tiempo se hubiera detenido y mi cuerpo se moviera, pero mi alma estuviese estancada en el fondo de un pozo ciego”, continúan los desgarradores fragmentos de la modelo que serán parte del libro proyecto del actor chileno.
El 8 de septiembre de 2012 fue el día que quedará marcado en la vida de Pampita y Vicuña. Su hija Blanca, de seis años, murió en Chile por una neumonía hemorrágica, consecuencia de dos bacterias que contrajo durante unas vacaciones familiares en México.
Con el paso del tiempo, ambos se separaron, rehicieron sus vidas y lograron alcanzar un vínculo entre ambos por el bienestar de sus hijos. A más de diez años de la pérdida de su hija mayor, el actor lanzó un emotivo libro dedicado a su niña y compartió unas palabras inéditas que escribió la modelo en ese terrible momento.
“Comparto unos textos íntimos y entrañables que escribió Carolina pocos meses después de la partida de nuestra niña y que generosamente me cedió”, dijo Vicuña sobre la participación de su ex esposa y madre de sus otros hijos Bautista (2008), Beltrán (2012) y Benicio (2014). El libro también cuenta con las palabras de Gabriel Rolón.
Fragmento de Pampita: “Mi Blanca hermosa, me vuelve a la mente tu dibujo volando con alas y los corazones que iluminan. ¿Qué quisiste decir? ¿Acaso sabías que te irías? ¡Cómo no lo supe! Te hubiese besado y retenido entre mis brazos sin soltarte, desafiando hasta a Dios si hubiese sido necesario”, continuó y sumó: “No sé cómo haré mañana para salir de la cama, ni sé cómo lo logré esta semana, cómo converso con la gente y cómo cuido a Beltrán”.
“Las fotos de ella me matan, pero también me encantan. Las que tengo en el teléfono las miro todo el tiempo… Estaba tan grande y hermosa. El último tiempo no paraba de admirar esa belleza en la que se estaba convirtiendo. ¡Se lo dije tanto en el viaje a México! Y también en la clínica los primeros días”, se lee en el capítulo que escribió Carolina.
Al llegar al final, compartió la desgarradora experiencia de ir al cementerio y verse a sí misma frente a la tumba de su pequeña: “Leí su nombre escrito una y otra vez: Blanca Vicuña Ardohain. Tardé un rato en reaccionar y empezar a llorar, pero cuando empecé fue como explotar por dentro”.
En otro fragmento dice: “Los días se llenan con las sonrisas de Bauti y Beltrán y se hacen más llevaderos, pero cada mañana, cuando vuelvo a abrir los ojos, me doy cuenta de que empieza otra vez la maratón de supervivencia. ¿Cómo sobrevivir a esta pena?, ¿Cómo seguir? Todavía no sé cómo. Lo único que se es que este camino es el más feo jamás imaginado. Sé que estás bien, nadie mejor que vos para estar en el paraíso, esa certeza la tengo y me llena de paz”.