Tanto los campeones del Mundial de Qatar 2022, como la nena de Argentina se vieron afectados por los 3.600 metros de altitud en la última semana. Cómo afecta en la salud el efecto llamado “mal de altura”.
En los últimos días un tema se instaló en redes sociales y medios de comunicación de la Argentina generando un gran debate: la preocupación por la altura de Bolivia. Ocurre que la Selección de futbol tuvo que acercarse a La Paz para disputar la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas, un lugar que suele ser complicado para los futbolistas que se ven obligados a forzar sus capacidades para rendir al 100 en altitudes que pueden poner en riesgo su salud.
Esta situación es mundialmente conocida, por lo que incluso varios equipos deciden instalarse unos días antes del encuentro frente a los de La Paz para poder adaptarse a las condiciones del lugar e intentar reducir los efectos secundarios que puede producir jugar un partido a una altura que genera algunos malestares en los deportistas.
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Sin embargo, la preocupación no estaba puesta solamente en los jugadores de la Selección argentina, ya que solo un fin de semana antes, la cantante argentina María Becerra tuvo que recibir asistencia de tubos de oxigeno luego de presentar un show en la ciudad de Cochabamba, a más de 2.500 metros de altura. “Lo dimos todo ayer, pero terminé con taquicardia y oxigenando en 80″, había escrito la cantante en su cuenta de X, generando revuelo entre sus fanáticos que la vieron llevando una cánula nasal de alto flujo para recuperar su respiración.
Lo dimos todo ayerrrr♥️ pero termine con taquicardia y oxigenando en 80 JAJAJAJAJAJJAJAJAJAJJAJAJA LPM ME HIZO MIERDA LA ALTURA DE BOLIVIA pic.twitter.com/gyqTXfrLlo
— LNDA ?? (@MariaBecerra22) September 9, 2023
Por su parte, los deportistas de alto rendimiento también se vieron asistidos, ya que se difundieron imágenes de los mismos utilizando unos pequeños tubos de oxigeno que la Asociacion del Futbol Argentino (AFA) les brindó con el objetivo de contribuir en su recuperación y combatir las complicaciones de la altitud.
En tanto, para entender lo que ocurre en Bolivia es clave tener en cuenta que mientras mayor sea la altura la presión atmosférica disminuye y, como propia consecuencia, la presión parcial del oxígeno en el aire cae. Este fenómeno puede provocar lo que se conoce como “mal de alturas” para las personas que no están acostumbradas a este tipo de aire. Algunos de sus síntomas pueden incluir dolores de cabeza, cansancio, náuseas y pérdida de apetito, cada uno de ellos siendo un problema grave en los deportistas de alto rendimiento o quienes deben utilizar mucha energía para llevar a cabo una actividad concreta, como María Becerra, ya que interfiere con su desempeño.
Ocurre que cuando la altitud es mayor a 1.500 metros, las moléculas de oxigeno se encuentran más extendidas de lo que están al nivel del mar, por lo que cuando se inhala el aire entrega menos oxígeno. En efecto, la baja presión barométrica puede causar una perdida aeróbica en los deportistas acostumbrados a jugar en terrenos llanos, es decir, su cuerpo no logra transportar el oxígeno suficiente, lo que desencadena una acumulación excesiva de ácido láctico, lo que termina por provocar fatiga.
