“Me sucedían cosas que no entendía, y esto es un volver a nacer”, confesó la conductora que descubrió su diagnóstico a los 51 años.
En la jornada del viernes 28 de julio Maju Lozano se despidió del ciclo Todas Las Tardes tras siete temporadas a cargo de su conducción. La figura había anticipado su salida del programa en el comienzo de la semana, alegando buscar una nueva forma de dedicarse a los medios de comunicación, mientras deja su lugar a Nara Ferragut. En este contexto, en la emisión de su despedida Lozano compartió una confesión que sorprendió a sus televidentes: fue diagnosticada con autismo.
“Soy una persona extremadamente sensible y muchos de los temas que pasaron por Todas las tardes me estaban afectando demasiado y llevando puesta. Me estaban llevando hacia un lugar que yo no quiero recorrer y que no me siento identificada. A mí me gusta hacer humor, siento que ya no estaba siendo feliz”, comenzó Maju, agregando que al terminar su trabajo sentía una angustia tan grande que la hacía llegar a su casa llorando.
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En seguida, sin esconder ni una gota de su emoción, la presentadora comenzó a contar que hace años se encontraba en la búsqueda de respuestas a una forma de entenderse mejor a ella misma. “Hace un tiempo muy largo vengo transitando un momento personal. No quiero llorar porque no es algo triste, es algo que gracias a Dios trajo mucho alivio a mi vida, a la de mis amigos y mi familia”, comenzó su descargo, mismo que terminaría en la gran confesión.
“En un momento pensé que era adoptada . Desde que era muy chica sentí que era un mundo en el que yo no pertenecía, que no había grupos en los que yo me identificaba. Me sucedían cosas que no entendía, como no tolerar el color rojo, no poder comer frutillas, no poder comer arándanos, no poder ponerme ropa roja”, relató y al instante añadió: “El 5 de mayo es el día de mi nuevo cumpleaños como me dijo mi terapeuta. Tuve el gran alivio porque para mí solo fue felicidad, alivio y entendimiento comprender que todo esto que venía sintiendo tenía una explicación”.
“Fui diagnosticada de autista. Soy autista. Para mí fue volver a nacer, reconstruir 51 años de dudas, de buscar explicaciones donde no las había. No quiero explicar el autismo, es algo que todavía estoy aprendiendo. Me parece que lo más importante es que ya no estoy más rota, siempre me sentí una persona rota”, concluyó conmovida la conductora.
En este contexto, Maju comenzó a contar algunos de sus síntomas e incluso señaló que su vida recobró sentido ahora que pudo entender que era lo que le estaba pasando durante años. “Ahora entiendo que no voy a comer frutillas no porque soy una loca de mierda, sino porque no soporto las texturas de las frutillas, algunos sonidos o luces”, añadió en tono de broma, fiel a su estilo.