El Flamengo había pedido que se le ceda el estadio para el encuentro que tiene frente al Red Bull Bragantino el próximo 28 de octubre.
Imágenes del número siete recorren todas las redes sociales, el nombre de los jugadores de Boca Juniors son constantemente tendencia en Twitter y la ansiedad es máxima, solo puede significar una cosa: la final de la Copa Libertadores de América está cada vez más cerca. El Xeneize cuenta tan solo trece días de cara al gran partido del año y aunque todo parece estar listo, en los últimos días sus fanáticos se revolucionaron ante la amenaza de un posible cambio de sede, que terminó quedando en una fallida pretensión del Flamengo sobre su compatriota, el Fluminense.
El partido que pondrá al equipo brasileño frente al de Jorge Almirón se disputará el próximo sábado 4 de noviembre a las 17 horas, no hay vuelta atrás. La llegada del gran partido del año para ambos clubes crea un clima de gran ansiedad, por lo que sus fanáticos no solo viven con algo de estrés la previa, sino que también los dirigentes, que esta semana se vieron movilizados por la amenaza de un posible cambio de sede.
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La disputa tendrá lugar en el estadio Maracaná, donde el Fluminense jugará como local. A pesar de que este factor es una ventaja para el equipo brasileño, la cual los del Xeneize no olvidaron reclamar, parece que tampoco se encuentran felices con ello, dado a que se enfrentaron a la Conmebol pidiendo un cambio de sede. Un reclamo que fue negado.
Luego del fuerte reclamo del Flamengo ante la Conmebol, la final de la Copa Libertadores frente a Boca se jugará en el Maracaná, tras la resolución pactada en la reunión entre las dirigencias del “Xeneize” -que tuvo la presencia de Juan Román Riquelme- y del elenco brasileño. “Alineamos los detalles de esta gran fiesta deportiva que se vivirá en Río de Janeiro el próximo 4 de noviembre en el mítico estadio Maracaná”, declaró Alejandro Domínguez confirmando que la final tiene sede oficial.
Ocurre que anteriormente el Flamengo, equipo de la misma Liga que el Fluminense, había reclamado a sus compatriotas y a la Conmebol por el uso del estadio Maracana, dado a que el equipo “Rubro Negro” tiene en agenda para el 28 de octubre un partido frente al Red Bull Bragantino por el Brasileirao. Sin embargo, desde la entidad de futbol decidieron hacer oídos sordos y continuar con sus planes de apropiarse del Maracana desde el próximo lunes 23 de octubre para continuar con los preparativos de la fina.
Esto desató el enojo del club rojinegro ya que por esta misma razón tuvo que mudar el encuentro de este miércoles 25 de octubre frente al Goias al Estadio Municipal General Raulino de Oliveira de Volta Redonda, una ciudad ubicada a 150 kilómetros de la famosa metrópolis carioca. A su vez, Flamengo exigió tener más palcos que Boca y Fluminense por ser los “verdaderos” dueños del estadio. Inmediatamente, el presidente de CONMEBOL, Alejandro Domínguez, le advirtió al presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ednaldo Rodrigues, que de no haber una solución inmediata para este conflicto le quitará al Maracaná la posibilidad de ser la sede del partido más importante del año en Sudamérica
Finalmente, se comunicó que hubo una resolución, luego de la reunión pactada entre las partes y no habrá modificación en el escenario que consagrará al próximo campeón de la Libertadores.Las 20 mil localidades cedidas al equipo Xeneize ya fueron vendidas.
