El periodista Alejandro Fantino habló sobre su hijo recién nacido y reveló cómo fue el complicado momento que atravesaron en los días posteriores a su llegada.
Alejandro Fantino enfrenta uno de sus momentos más emocionales a nivel personal. A poco más de un año de haberse casado con Coni Mosqueira, nació su primer hijo en común, pero tuvieron que dejarlo internado por haber nacido bajo de peso y atravesaron días muy angustiantes. Sin embargo, ahora el periodista apareció con una buena noticia.
“Ahora está en neonatología, ya si Dios quiere en unos días se va. Nació en la semana 35, con un peso por debajo de los 2 kilos, que lo obligó a estar unos días en neo. Está bueno contar esto porque uno nunca está preparado como papá y es mucho más común de lo que uno cree que tu bebito vaya a neonatología”, contó Fantino en una entrevista con Intrusos hace unos días atrás. Sin embargo, ahora contó a través de sus redes sociales que su bebé recibió el alta.
Con un sentido mensaje, el dueño de Neura Medio confirmó que su hijo ya está en casa y pueden empezar a compartir juntos. “Todo va a estar bien. El cartel que veía cada vez que entraba y me iba de ver a mi pollito. Y un día, nos fuimos a casita los 3 juntitos. Después de 19 largos días, después de entrar a la clínica con panza y salir con los brazos vacíos, largas noches de angustia, culpa y llanto por dejar tu tesorito cada noche”, empezó el mensaje de Alejandro.
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El mensaje completo de Alejandro Fantino a su hijo
“Aunque sabíamos que estaba en las mejores manos. Porque así fue, el amor con que trabajan todas las enfermeras cuidándolos como si fuesen sus hijos, los médicos, las pueris, y todo el equipo de contención de neo. Nos contuvieron, enseñaron, cuidaron y acompañaron a nuestro bebito cada segundo para que hoy este listo para empezar este camino juntos”, continuó Alejandro.
Asimismo, reflexionó: “Nadie te prepara para esto, para este mundo desconocido (o por lo menos para mi ) de la neo, a conectar con tu bebito a través de una incubadora, con mil cables, pantallas y sonidos. A ir al cuarto después del parto y no tener a tu bebito en tus brazos. A que te den el alta, y tampoco poder llevártelo en brazos. A volver a tu casa, con todo preparado para su llegada, pero sin él”.