Un día como ayer, 25 de febrero, pero en 1951, el club argentino Platense le ganó al AC Milan de visitante. Una historia que pocos saben.
Un día como ayer, 25 de febrero, del año 1951, Platense le ganó al AC Milan de visitante y fue uno de los batacazos del fútbol argentino que hicieron historia.
¿Cuál era el contexto? El Calamar, que estaba de pretemporada en Europa y venía de enfrentar a varios rivales italianos, había terminado el torneo argentino en el 9° puesto, mientras que el Rossonero llegaba al amistoso portando el Scudetto.
Seguro te interese también: El futuro de la Unidad Turística Chapadmalal
El 1 de febrero de 1951, Platense inició una gira de partidos amistosos en Italia. Atrás había quedado su noveno puesto en el Campeonato de Primera División que ganó Racing Club. Solo restaba prepararse de manera óptima para el nuevo campeonato a través de esta gira en el país europeo.
Los seis partidos que disputó fueron contra Sampdoria, Lazio, Milan, Lugano (de Suiza), Bologna y Spezia. Perdieron cinco de los seis partidos (incluyendo un 6 a 0 contra Lazio), pero el único partido que ganaron ocurrió un día como hoy cuando en el Civica Arena, Platense le ganó por 3 a 2 al mismísimo Milan.
La temporada 1949/1950 de Milan había sido muy buena pero no lo suficiente para ser campeón: quedó en el segundo puesto con 57 puntos detrás de Juventus. Justamente La Vecchia Signora había sido el último equipo que había vencido a Milan en su casa: fue el 2 de octubre de 1949 cuando le ganó por 1 a 0. Desde entonces, los rossoneri llevaban un invicto de un año y cinco meses sin conocer la derrota.
Platense salió ese 14 de febrero de 1951 con: Villafañe; Alberti y Menéndez; Sandoval, Víctor Rodríguez y Maldonando; Hoffman, Cuello, Geronis, Francisco Rodríguez y Ferro. Luego entraron Domínguez como zaguero y Carrera en la delantera. Milan formó con: Rossetti; Belloni y De Grandi; Silvestri, Annovazzi y Tognon; Burini, Santagostino II, Nordahl, Liedholm y Renosto. Entraron Foglia y Vicariotto.
La crónica del partido publicada en El Gráfico del 23 de febrero dice que fue “una lucha sostenida y de trámite sumamente interesante por las alternativas del score, pues resultaba imposible asegurar, hasta el último minuto, quién sería el vencedor”.
Quien abrió el marcador fue Platense a través del rosarino Federico Geronis quien llegó a este equipo después de haber pasado por Boca.
Apenas un minuto después, Gunnar Nordahl empató para los locales antes de finalizar el primer tiempo,y en el complemento el mismo artillero sueco (que había sido goleador en la temporada con 35 goles) hacía pasar al frente a Milan.
Cuello se encargó de empatar para los calamares, y Geronis volvió a ser uno de los protagonistas del partido al marcar el tercer gol para Platense, que sería el resultado definitivo.
El árbitro Camilo Marcatori finalizó el partido para dar inicio a la leyenda. Atrás habían quedado las derrotas sufridas pocos días atrás.
Platense tenía una hazaña para contar.
El año 1951 para ambos equipos tendría suertes muy dispares: Platense finalizó en el puesto 13 de 17 (a apenas dos puntos de los puestos de descenso) en el campeonato que ganaría Racing (el tercero consecutivo), mientras que Milan no solo ganaría su cuarto scudetto sino que volvería a tener a Gunnar Nordahl como máximo goleador con 34 goles.
