"La humildad sale del código. Vos sos humilde cuando decís 'buenos días, 'buenas tardes, 'buenas noches', cuando decís 'buen provecho', cuando tenés esos valores que otra persona no los tiene¨.
Invitado a La última cena, el programa de entrevistas de Fantino de los sábados por la noche en El Nueve, Carlos Tevez reveló intimidades en una charla profunda con el periodista.
Reflexionó sobre los valores, la educación y la infancia. “Tres de los chicos que tenemos en el plantel de primera me dijeron que no sabían sumar ni restar…”, lamentó. “No te lo creo Carlos, es absolutamente angustiante como país”, le contestó,sorprendido, Fantino.
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Agregó “Ahí está la pobreza. Lo podemos ayudar al chico con comida y un montón de cosas pero el estudio, que él se sepa defender, leer lo que está firmando, que no lo caguen…”, resaltó Carlitos.
Esto lo llevó a recordar su propia infancia, y volvió a poner foco en la neecsidad de la formación educativa para ejercicio de los derechos y libertad “nosotros fuimos pobres pero a nuestros viejos los veíamos levantarse a las 6 de la mañana y volver a las 7 de la tarde llenos de cal, con los pantalones rotos…. tu papá se rompía la cabeza para traer la plata a la casa y vos tenés que saber leer, expresarte, para saber si te están diciendo la verdad”.
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Los valores son centrales en su vida, destacándolos como algo esencial y constructivo: “La humildad sale del código. Vos sos humilde cuando decís ‘buenos días, ‘buenas tardes, ‘buenas noches’, cuando decís ‘buen provecho’, cuando tenés esos valores que otra persona no los tiene.
Sin perder de vista la importancia del esfuerzo y del respeto, contó de qué forma educa a sus hijos para reivindicar los valores: “La humildad se entrena, la humildad empieza desde los valores. Si te va bien en la escuela tenés un premio. ¿Querés un juguete?, ganatelo, juntá la mesa, hace algo para ganártelo”.
Dado el clima de la entrevista, el Apache habló de su dura infancia y contó por qué nunca se deshizo de la cicatriz que lleva en el cuello, producto de un accidente que sufrió con agua caliente cuando era un bebé. “Me ofrecieron hacerme retoques estéticos… A uno no lo quieren por lo que es por afuera, sino por lo que es por dentro”, explicó el deportista.
Agregó: “Yo me vería muy raro si me saco la cicatriz del cuello o del pecho, es algo que llevo conmigo. Es mi esencia. Yo me veo al espejo y digo ‘soy Carlos Tevez’. A todos no les podés gustar”. Dejó en claro que no hay posibilidad ni intención de ser intervenido con alguna modificación estética y reivindicó estas marcas que lleva consigo, como parte de su vida y de su identidad.