El argentino Javier Pastore, después de 17 temporadas en la élite y en su ‘retiro’ en Qatar, está viviendo un auténtico calvario
Javier Pastore no está viviendo el final soñado para su carrera como futbolista.
Y es que, después de 17 temporadas en la élite y en su ‘retiro’ en Qatar está viviendo un auténtico calvario a causa de los problemas físicos que viene arrastrando desde que dejó el PSG allá por el año 2018.
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El centrocampista argentino lo contó en una entrevista en el programa de Prime Video Sport France ‘Sunday Evening Football’, en el que, además de hablar de esos problemas y anunciar que pronto será operado de la cadera, dejó entrever que el final de su carrera está más cerca que nunca.
Una operación que va más allá del fútbol, ya que sus problemas físicos han llegado a traspasar su esfera profesional para inmiscuirse en su vida en general: “Sinceramente, lo hago para tener una vida mejor y no tener más dolores”, contó en la entrevista.
Desde hace unos años, “siento dolor todos los días. No sólo cuando juego al fútbol sino también en la vida normal”, lamentaba resignado Pastore que, actualmente, se encuentra sin equipo tras seis meses como jugador del Qatar SC.
Tras su inminente paso por el quirófano, se espera que el futbolista argentino pueda estar recuperado para el verano de 2024, momento en el que podría volver a los terrenos de juego, eso sí, ya con 35 años y después de un año sin jugar.
“Sería un milagro si retomara. Ya se me ha ido un poco de la cabeza, pero nunca se sabe”, advirtió. “Este verano tendré que analizar cómo me siento, si puedo seguir jugando o no. Tomaré una decisión, por el momento estoy en stand-by”, concluyó el argentino.
Pastore comenzó su carrera como profesional en su Argentina natal el 28 de enero de 2007, con 17 años, vistiendo la elástica de Talleres de Córdoba, equipo de la ciudad donde vino al mundo el 20 de junio de 1989.
Allí estuvo durante una sola temporada, la 2006-2007, en la B Nacional, la segunda división del fútbol argentino.
Fue entonces cuando dio su salto a Primera de la mano de Huracán, donde llegó en la campaña 2007-2008 y donde defendió sus colores a lo largo dos temporadas, antes de hacer las maletas camino de Europa.
Con el club de Buenos Aires disputó 31 partidos, marcando 8 goles y dando 6 asistencias.
Su aventura europea comenzó en la temporada 2009-2010, cuando se incorporó, con 20 años, a las filas del Palermo, de la Serie A italiana, equipo en el que despuntó y se convirtió en uno de los centrocampistas más deseados del fútbol mundial.
Con el conjunto italiano también jugaría dos temporadas en las que participó en un total de 82 partidos en los que marcó 16 goles y dio 16 asistencias a sus compañeros.
Sus números, sumado al juego que desplegó sobre el campo le valió para ser nombrado en 2010 como el Mejor Futbolista Joven de la Serie A y lo puso en el punto de mira de los grandes del continente europeo.
Y fue el PSG el equipo que finalmente se lo llevó en el verano de 2011 convirtiéndolo en el primer gran fichaje de la era de Qatar Sports Investments (QSI) en París, que no escatimaron esfuerzos económicos en hacerse con sus servicios, pagando al Palermo nada menos que 42 millones de euros.
Con el club parisino, Pastore vivió los mejores años de su carrera como profesional. Siete temporadas entre la 2011-2012 y la 2017-2018 en las que se convirtió en uno de los líderes de su equipo, una auténtica estrella en un equipo que empezó a crear un equipo de ensueño.
Allí, jugó 269 partidos, marcó 45 goles y dio 60 asistencias, llegó a ser nominado al Balón de Oro en 2015 y consiguió levantar una buena cantidad de títulos –en realidad, todos los que ha ganado en su carrera como futbolista-: cinco Ligue 1, cuatro Copas de Francia, cinco Copas de la Liga y cinco Supercopas francesas.
Pero sus años de gloria en Francia terminaron cuando los fichajes de numerosas superestrellas comenzaron a eclipsarlo y en la campaña 2018-2019 regresó a Italia a cambio de 24,7 millones de euros, para reforzar esta vez a la Roma, equipo con el que, en 3 temporadas, apenas jugó 37 partidos, marcando 4 goles y dando 3 asistencias.
La explicación de ese importante bajón en sus números es sencilla: las lesiones. El calvario de Javier Pastore comenzó en aquellos años y durante estancia en Roma se perdió nada menos que 59 partidos por culpa de sus problemas físicos.
De la Roma pasaría a jugar en el Elche, en La Liga española, donde sus problemas continuaron. Allí, en dos temporadas –año y medio- llegó a jugar 16 partidos en los que, ni vio puerta, ni dio ninguna asistencia y terminó marchándose sin poder demostrar su gran calidad.