El bastón que recibirá Javier Milei simboliza poder y mando gubernamental, siendo una insignia con un recorrido histórico en la trayectoria política argentina y su origen va mucho más allá
El 10 de diciembre marca el inicio oficial del mandato del presidente electo Javier Milei en el Congreso. La vicepresidenta Victoria Villarruel le tomará juramento, mientras que el presidente saliente, Alberto Fernández, le entregará la banda y el bastón presidencial. La ceremonia sigue un estricto protocolo, tanto por disposición legal como por tradición arraigada.
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Tanto por su presencia física como por su carga simbólica, el bastón permaneció firme en todas las ceremonias democráticas de traspaso de mando. Cada presidente tiene el propio, y cuando termina su período de gobierno, le da al entrante uno nuevo. Desde el retorno de la democracia hasta hoy, el encargado de confeccionarlo fue el orfebre Juan Carlos Pallarols -en el caso de Javier Milei, se le ofrecieron tres distintos-.
El bastón simboliza poder y mando gubernamental. La insignia tiene un recorrido histórico en la trayectoria política argentina, pero su origen va mucho más allá.
Historia del bastón presidencial
Esta insignia viene desde las civilizaciones más antiguas, cuando surgieron las primeras jerarquías nacieron en las sociedades de la Mesopotamia y Egipto. El jerarca tenía el bastón como signo de poder, situación que luego se extendió a la antigüedad clásica europea y en la España medieval.
En la Europa de las monarquías el bastón pasó a ser una vara de metal precioso con el que reyes y emperadores ostentaban su poder y dignidad. También tuvo la misma simbología en los primeros estados republicanos, por lo que llegó a América como ese signo de poder que ya venía desde el principio de la historia política del hombre.
Durante la conquista de América, los jefes militares lo adoptaron como símbolo de un poder que venía directamente de la Corona Española. Luego, los alcaldes y regidores locales de cabildos hicieron lo mismo. De hecho, con el aumento de los cargos y la población, se volvió el único elemento que distinguía el poder. Por eso, se dejó de usar tras la Revolución de Mayo de 1810 y el General Manuel Belgrano al proclamarse la victoria le entregó su bastón a la Virgen de la Merced, a quien le había rezado por sus tropas antes del combate.
No es hasta 1814, con la creación del Directorio -el primer Poder Ejecutivo-, que se comienza a utilizar bastón y banda presidencial tras la aprobación en la Asamblea de 1813. Así pues, se otorgan desde entonces la banda y el bastón presidencial como una adaptación del cetro europeo. El primer Director Supremo fue Gervasio Antonio de Posadas.
Bastón presidencial Argentina
Recién para 1814 volvió el bastón y se sumó la banda presidencial. Su primer portador fue Gervasio Antonio de Posadas. La tradición siguió hasta 1880, cuando Bartolomé Mitre le obsequia a Urquiza el denominado Bastón de mando de los gobernadores de la Unidad Nacional.
Finalmente, Domingo Faustino Sarmiento fue el primer presidente (entre 1868 y 1874) que asumió en ceremonia protocolar con la banda y el bastón como símbolo de poder. Luego, el presidente Julio Argentino Roca, intercambió el bastón con su par chileno Federico Errázuriz, tras la firma del tratado de paz entre ambas naciones allá por 1899.
Y así siguió la tradición del bastón hasta hoy, con una sola condición —además de los materiales obligatorios para su diseño—: que no toque el suelo. ¿Por qué? “Porque es un símbolo de mando, no un bastón ortopédico. De hecho, tiene una puntera de acero para que resbale si alguien lo apoya. El bastón es para quién conduce, para el guía de nuestro país”, explicó Juan Carlos Pallarols.
“Pallarols”:
Por el bastón presidencial que Adrián Pallarols diseñó para Javier Milei pic.twitter.com/IQakl2uauE— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) November 23, 2023
Qué bastón le darán a Javier Milei
Desde 1983 el bastón es confeccionado por el orfebre Juan Carlos Pallarols, quien realiza su trabajo con madera de urunday, proveniente de Misiones y del Chaco. El bastón tiene una flor con veinticuatro cardos, representando a cada una de las provincias y la capital federal, y tres pimpollos, que representan las Islas del Atlántico Sur. Posee además adornos de plata (en latín argentum).
Desde 2011, el orfebre le añadió un detalle: dos manos estrechándose como símbolo de unión, con madera de firme estructura que no necesita barniz para brillar. Dicha madera se utiliza en tranqueras y puentes para unir caminos, reafirmando el mensaje de crear lazos.
Uno similar, hecho por el mismo orfebre, es el que le darán a Javier Milei, pese a que tuvo otros dos ofrecimientos: el hijo de Pallarols, Adrián, le había hecho uno con la figura de un león en la punta, mientras que el artesano platero Santiago Marsili hizo uno con una empuñadura de un león.
¿Qué hará Milei con el bastón? Cada mandatario nacional decide el futuro de su banda y su bastón: algunos los conservan en sus viviendas, otros deciden donarlo a museos nacionales.