Dibu Martínez, más argentino que nunca, intentó evitar la represión de la policía brasileña contra con argentinos que estaban ayer al Maracaná y fueron brutalmente reprimidos.
El partido entre Brasil y Argentina se vio demorado ayer por la noche debido a un incidente entre la policía y algunos hinchas argentinos en una tribuna cabecera. Dibu Martínez quiso meterse para ayudar a los argentinos reprimidos.
Hubo represión policial, a bastonazos, al tiempo que los torcedores se metieron a pegarles a los hinchas de la Albiceleste. El Dibu Martínez no pudo resistir y fue a defender a todos sus hinchas.
Los futbolistas argentinos fueron a parar a los efectivos y se destacó el arquero de la selección, ese que atajó los penales en la final del mundo, donde se muestra en un video viral desesperado por la situación.
— Out Of Context Football (@nocontextfooty) November 22, 2023
Dibu Martínez quiso sacarle el machete a un agente que reprimía a los argentinos. Dió varios saltos para evitar que continuara la represión. También, trató de calmar a una mujer que estaba sobre el césped, muy alterada.
Dibu Martínez, Incidentes y brutal represión en el Maracaná.
Mientras el himno nacional sonaba en Río de Janeiro, la hinchada argentina reaccionó a los abucheos y los brasileños comenzaron a arrancar las butacas y revoleárselas, y, ante el contraataque de los visitantes, la policía militar se metió e iniciaron a atacarlos con los bastones.
Había policías que tenían pedazos de bancos. Lo Celso, De Paul, Tagliafico, Cuti Romero, Otamendi y Messi saltaron a la platea. Hubo mucho nerviosismo, los futbolistas pedían calma y seguía la represión. Los hinchas argentinos estaban en el medio de la torcida organizada de Brasil, algo inexplicable si se quería prevenir.
Uno de los momentos más destacados fue cuando Lionel Messi llevó al equipo hacia el vestuario. “Así no jugamos”, se le escuchó al astro del fútbol murmurar, mientras los incidentes no cesaban.
Luego de más de cinco minutos, Lionel Messi, seguido por todo el plantel, le anunció al árbitro Piero Maza que no disputarían el partido hasta que no estén dadas las condiciones y salieron para el vestuario. A la par de este momento, dos de los fanáticos que fue sacado por la zona de seguridad fueron llevados en camilla, uno de ellos con toda la cara ensangrentada.
Mientras los futbolistas se encontraban esperando que desde la CONMEBOL les aseguraran que ya estaba todo normalizado y que no volvería a suceder las represiones. Más de diez minutos después, y tras la intervención de El Chiqui Tapia, los futbolistas regresaron y el partido comenzó, con el clima aún caldeado.
Eran las 22:00, media hora después de la hora señalada para el comienzo del partido. El clásico sudamericano comenzó de la peor manera, como suele pasar casi siempre en Brasil.
Lautaro Martínez afirmó enfurecido: “Siempre igual acá”. De Paul, muy alterado, fue contenido por Alisson, arquero de Brasil.
Cabe aclarar que esta no es la primera vez que sucede esto en Brasil con los hinchas argentinos en este año. A principios de este mes, los hinchas de Boca habían sido fuertemente reprimidos en la previa a la final de la Copa Libertadores, misma competencia en la que, anteriormente, fueron agredidos los simpatizantes de Argentinos Juniors y Racing, con la particularidad que en todas las ocasiones sucedió en Río de Janeiro.
Finalmente, Argentina triunfó 1-0 ante Brasil en el Maracaná. De todas formas, el enojo de los jugadores con la brutal represión sufrida en el estadio hacia sus propias hinchas, fue algo que manifestaron en su accionar al momento no sólo de retirarse de la cancha, sino también al momento de acercarse a la tribuna para poder parar la violencia.