Algunos consejos para salir a entrenar sin poner excusas durante la cuatro estaciones del año y llegar a cumplir tu objetivo.
Muchas veces el clima no acompaña en nuestra rutina, pero las excusas nunca son una buena opción para la vida del atleta. Aunque el agua cayendo del cielo puede ser una dificultad, salir a correr para los amantes del running no tiene un impedimento.
Algunos maratonistas resaltan que correr bajo la lluvia es una actividad sumamente placentera y que la dificultad se encuentra en los primeros cinco segundos en los que la piel entra en contacto con las gotas de agua cayendo desde arriba.
Te podria interesar: Salud y estilo de vida: tres beneficios claves de salir a caminar
No obstante, a la hora de salir a entrenar bajo la lluvia hay que tener algunas precauciones bastante presentes. En primer lugar, hay que echarle un ojo a la ropa. Los colores fluo, que se pueden ver claramente bajo la lluvia y no se confunden con el fondo, son una elección de indumentaria que puede evitar accidentes. En caso de salir de noche se necesita recurrir a prendas refractarias.
A su vez, es prudente utilizar zapatillas que tengan una suela con más agarre de lo normal y, en caso de ser invierno, tomar un rompe viento, un cuello, un par de guante y, si hace demasiado frio, dos remeras. Por otra parte, una gorra también se presenta útil debido a que evita que el agua caiga encima de los ojos.
Otro consejo es conocer el recorrido por el que se va a realizar la rutina. Esto se justifica en que cada superficie es diferente y en los días de lluvia hay algunas que suelen resbalar mas que otras. Generalmente se suelo optar evitar las superficies metálicas que resbalan demasiado.
Atención en que, si el agua no permite ver con claridad el piso, no se debe pasar corriendo por el lugar, a menos de que se tenga certeza de que debajo del líquido se encuentra una superficie totalmente plana y segura.
Te podria interesar: Salud y bienestar: cuantos kilómetros exactos debería correr un runner por semana
En caso de sufrir frio, se entiende que la sensación se da justo después del entreno, mas no en el momento en que uno está corriendo. Por esto, se aconseja beber una infusión caliente y, de regreso al hogar, tomar una ducha caliente que ayude a subir la temperatura corporal.
Desde otro lugar, conocer el límite de seguridad es un punto clave. Es decir, informarse sobre los niveles de tormenta, si se extiende a algo fuera de lo común o hasta inundaciones, el entrenamiento debe quedar suspendido, la seguridad es lo primero.
Si la decisión está tomada y el maratonista elige salir a correr, debe mantener precaución a la hora de cruzar la calle, más de lo normal, debido a que los autos no cuentan con la misma visibilidad ni capacidad de frenos. Además, las tormentas eléctricas inhabilitan los espacios completamente abiertos para hacer running.
Un factor mas a tener en cuenta es que la lluvia puede producir roces molestos en la piel. Para esto suele recomendarse es utilizar vaselina para poder prevenir la irritación que suele ser una consecuencia común del paspado cuando llueve.
Como en cada entreno, debe también tenerse cuidado con la hidratación, ya que con la lluvia muchas veces los corredores olvidan este punto. Lloviendo o no, el cuerpo continúa deshidratándose y beber agua durante el esfuerzo físico es de suma importancia.
