Gatos y un comportamiento intrigante que puede tener más sentido del que imaginas.
¿Alguna vez te has preguntado por qué tu gato se muestra inquieto cuando una puerta está cerrada? Este curioso comportamiento felino tiene más que ver con su instinto que con un simple capricho. Lejos de ser una manía sin razón, hay una explicación profunda relacionada con su naturaleza depredadora y su instinto de supervivencia. En esta nota, desentrañamos el misterio de por qué ellos parecen odiar las puertas cerradas.
Los felinos y su necesidad de control
Los gatos, al ser animales tanto depredadores como presas, necesitan mantener un control absoluto sobre su entorno. Esto no solo les permite cazar con éxito, sino también evitar ser sorprendidos por un posible peligro. La Dra. Karen Sueda, especialista en comportamiento animal, explicó en una entrevista con Live Science que esta conducta puede estar motivada por algo similar al “FOMO” (Fear of Missing Out, o miedo a perderse algo), un fenómeno muy común en humanos.
“Es como si los gatos sintieran que se están perdiendo algo interesante del otro lado de la puerta”, comenta Sueda. Esta ansiedad por no saber lo que ocurre al otro lado les provoca una gran incomodidad, haciendo que maúllen, rasquen o incluso intenten abrir la puerta ellos mismos.
Pero hay más. Ingrid Johnson, consultora en comportamiento felino, añade que esta conducta tiene una raíz mucho más instintiva. “Los gatos necesitan controlar su acceso a los espacios, ya que esto forma parte de su instinto de supervivencia”, explica Johnson. “Para ellos, cerrarles una puerta puede ser interpretado como una pérdida de control sobre su territorio, lo que genera ansiedad”.
El dilema de ser presa y depredador
Este comportamiento está íntimamente ligado a la naturaleza dual de los gatos. Aunque en el hogar sean adorables mascotas, en la naturaleza estos animales son cazadores natos, pero también potenciales presas. Este doble rol obliga a los gatos a estar siempre alerta, controlando cada rincón de su territorio. Las puertas cerradas les impiden tener una visión completa de su entorno, lo que provoca que sientan inseguridad.
Johnson también señala que, a pesar de ser criaturas independientes, los gatos necesitan sentirse seguros en su entorno para vivir tranquilos. “A los gatos no les gusta la sensación de no poder acceder a un espacio que solían controlar. Esto los lleva a experimentar ansiedad y malestar”, afirma.
La puerta cerrada: una amenaza al territorio de tu gato
Otra posible explicación adicional tiene que ver con el sentido territorial de los gatos. Estos animales marcan su espacio no solo con feromonas, sino también con su presencia constante en distintas áreas del hogar. Una puerta cerrada interrumpe su capacidad de patrullar y supervisar su territorio.
Este bloqueo no solo los frustra, sino que también puede percibirse como una invasión o amenaza a su control. El comportamiento puede intensificarse en hogares con varios gatos, donde la competencia por el territorio es mayor y las puertas cerradas pueden generar conflictos adicionales entre los felinos.
¿Cómo puedes ayudar a tu gato a sentirse más cómodo?
Si tu gato se muestra especialmente molesto cuando cierras una puerta, es posible que debas reconsiderar el acceso que le brindas a su entorno habitual. La especialista Ingrid Johnson sugiere que la clave está en la coherencia. Si en tu hogar el gato suele tener acceso a ciertas áreas, evitar cerrarle el paso de repente puede ayudar a reducir su ansiedad.
“Cuando hay invitados en casa, es importante no restringirles a los gatos los espacios que acostumbran habitar”, indica Johnson. “Privarlos de esos lugares les genera una sensación de exclusión y estrés”. Mantener las rutinas y ofrecerles alternativas, como espacios elevados o refugios donde puedan sentirse seguros, también puede mejorar su bienestar emocional.
En definitiva, el misterio de las puertas cerradas tiene una explicación mucho más lógica de lo que parece. Lejos de ser una simple molestia, este comportamiento responde a las profundas necesidades instintivas de los gatos. Entender esto te permitirá mejorar la relación con tu felino, ofreciéndole un entorno en el que se sienta cómodo, seguro y en control. ¡Tu felino te lo agradecerá!
