El Reino Unido comienza enero como terminó el caótico diciembre, sumido en las huelgas, que se multiplicarán a lo largo del todo el mes sacudiendo a infinidad de sectores.
El Reino Unido comienza enero como terminó el caótico diciembre, sumido en las huelgas, que se multiplicarán a lo largo del todo el mes sacudiendo a infinidad de sectores.
El sector ferroviario ha marcado la pauta, con cuatro días de paro convocado por el sindicato RMT, que representa a decenas de miles de trabajadores del operador estatal de ferrocarriles y de 14 empresas ferroviarias privadas, y otro día más de huelga convocado por los conductores de trenes.
El sector de ferrocarriles, que lanzó en junio la mayor huelga de los últimos 30 años en el sector, exige mejoras salariales frente a la inflación, que se acerca al 11% en el país, y también garantías sobre las condiciones laborales. El sindicato acusa al Gobierno conservador, que quiere reformar el sector, de bloquear las negociaciones.
El primer ministro, Rishi Sunak, declaró a finales de diciembre que la lucha contra la inflación implicaba “ser responsables a la hora de fijar los salarios del sector público” para no alimentar aún más la subida de precios.