A medida que cae la nieve, las necesidades de Ucrania aumentan. Desde que Rusia comenzó a atacar infraestructuras críticas en octubre, una oleada de misiles y drones explosivos han destruido cerca de la mitad de la infraestructura energética. El último ataque con drones se ha producido en la madrugada de este miércoles en Kiev.
A medida que cae la nieve, las necesidades de Ucrania aumentan. Desde que Rusia comenzó a atacar infraestructuras críticas en octubre, una oleada de misiles y drones explosivos han destruido cerca de la mitad de la infraestructura energética. El último ataque con drones se ha producido en la madrugada de este miércoles en Kiev.
Las batallas más encarnizadas de la guerra tienen lugar ahora en Bajmut, en el este de Ucrania. Rusia intenta cercar la ciudad que ha bombardeado durante cuatro meses. Los pocos residentes que quedan sobreviven como pueden en medio del fuego de artillería.
Según el presidente Zelenski millones de ucranianos están sin electricidad: “Ahora mismo, unos 12 millones de personas de casi todas las regiones y de la capital están sin suministro. Desgraciadamente, esta es una situación habitual para nosotros. Y esperamos nuevos ataques rusos cada día, que pueden aumentar drásticamente el número de desconexiones.”