El Mundial Qatar 2022 llegó a Mar del Plata y los festejos por el pase de la Selección Argentina a la final tuvo a la ciudad celebrando en el monumento a San Martin, aunque poco antes de las 23 la Policía necesitó intervenir en el lugar para desalojar a los hinchas que continuaban festejando.
Una multitud de fanáticos de Mar del Plata se reunió en el monumento al General San Martin este martes luego de que la Selección Argentina consiga un lugar en la final del Mundial Qatar 2022. La ciudad no hizo más que festejar y teñirse de celeste y blanco compartiendo la alegría del futbol, aunque pocos minutos antes de llegar a las 23 personal policial tuvo que hacerse presente en el lugar y, entre corridas, postas de gomas, botellazos y piedrazos, terminó por desalojar a los fanáticos que querían continuar con el festejo.
En la intersección de la Avenida Luro y la calle Bartolomé Mitre miles de marplatenses llegaron con las caras pintadas, utilizando gorros y remeras del conjunto nacional para cantar y saltar luego del ansiado triunfo del equipo de Lionel Messi en el partido de semifinales ante Croacia. La tarde de festejos se extendió hacia la noche y el centro marplatense comenzó a vivir momentos de gran tensión.
El primer incidente pareció un deja vu, y es que un hombre volvió a caer desde lo alto del monumento y tuvo que ser asistido por una unidad ambulatoria del Sistema de Atención Medica de Emergencia (SAME), quienes terminaron por trasladarlo al hospital por las lesiones.
Momento después todo comenzó a descontrolarse ya que, con el desencadenamiento de algunas peleas entre los hinchas presentes, la Policía comenzó a decir que “habían terminado los festejos”, palabras que fueron ignoradas y personal de Infantería, la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) y el Grupo de Prevención Motorizado (GPM), todas fuerzas especiales de la Policía Bonaerense llegó al lugar para controlar la situación.
En ese momento fue que empezaron las corridas, los piedrazos, botellazos y estruendos de goma, que se mantuvieron durante unos buenos minutos mientras el personal de seguridad avanzaba por la avenida Luro para desalojar el monumento.
La situación tensa terminó cerca de las 23.15, cuando la estatua quedó en paz y soledad, llegando al fin de los festejos.