Otros 50 brigadistas nacionales viajaron para combatir el incendio en Tierra del Fuego. Los focos afectan entre 6.500 y 8.000 hectáreas de bosque nativo. El operativo cuenta con la participación de la Fuerza Aérea Argentina, Gendarmería Nacional y la Policía de Seguridad Aeroportuaria junto a personal del Servicio Nacional de Manejo del Fuego.
Cincuenta y dos brigadistas del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) arribaron este jueves a la zona del incendio forestal desatado en el centro de la provincia de Tierra del Fuego y se sumaron a otros treinta combatientes arribados en días anteriores, un avión hidrante y dos helicópteros afectados también a las tareas de contención del fuego en la zona, informaron fuentes oficiales del gobierno fueguino.
El incendio que se mantiene desde el miércoles 30 de noviembre afecta entre 6.500 y 8.000 hectáreas de bosque nativo, según la fuente, en la reserva natural “Corazón de la Isla”, ubicada en el centro geográfico de la jurisdicción fueguina, a unos 30 kilómetros del municipio de Tolhuin, un pueblo maderero y turístico cuyos diez mil pobladores se mantienen en vilo a la espera de la contención de las llamas.
Los brigadistas del SNMF que se sumaron al combate del fuego provienen del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Córdoba, y de la brigada del Plan Nacional de Manejo del Fuego de San Luis, y arribaron a Tierra del Fuego a través de un operativo logístico del que participaron integrantes de la Fuerza Aérea Argentina, Gendarmería Nacional y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, precisaron los voceros consultados.
El incendio en la reserva “Corazón de la Isla” comenzó en inmediaciones del Río Claro y del llamado Refugio Fueguino (un parador turístico emplazado en la ex Estancia Carmen), y fue advertido por integrantes del destacamento Lago Escondido de la Secretaría de Protección Civil, quienes divisaron una “columna de humo” proveniente del lugar.
El fuego se disipó en varios focos que todavía permanecen activos y que se extienden por las laderas de los cerros y las costas de los espejos de agua de la zona.
El valor escénico de la reserva es indiscutible, ya que protege sectores de bosque, turbales y una pequeña porción ecotono, además de resguardar un complejo sistema de aguas comprendido por los lagos Chepelmut, Yehuin y Yakush que están interconectados, y por una porción argentina del lago Deseado.