La apertura de la 39° edición estuvo marcada por homenajes, películas destacadas y mucho más.
La apertura del 39° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se llevó a cabo en la noche de este jueves 22 de noviembre. El evento, que celebra 70 años desde su primera edición, tuvo lugar en el Teatro Auditorium con la presencia de autoridades nacionales y municipales, en una ceremonia que destacó la resistencia del único festival de cine Clase A en América Latina frente a un contexto de crisis.
Una apertura cargada de emoción y homenajes
La ceremonia inició con un repaso audiovisual por las siete décadas del festival, resaltando los momentos icónicos que lo consolidaron como uno de los eventos culturales más importantes del continente. Los nuevos codirectores, Gabriel Lerman y Jorge Stamadianos, destacaron en su discurso la diversidad de la programación y la importancia de mantener vivo el festival: “Había que celebrar los 70 años a lo grande, con una competencia internacional de primer nivel y mucho cine argentino presente”, afirmó Lerman.
Durante el evento se anunciaron homenajes a figuras destacadas del cine nacional como Manuel Antín y Jorge Rivera López, además de reconocimientos a películas emblemáticas como La Patagonia Rebelde, La Tregua y Boquitas Pintadas, en el marco del centenario del director Leopoldo Torre Nilsson.
Entre los invitados internacionales se encontraron la actriz española Paz Vega, que presentará su ópera prima Rita; Jason Reitman, con su película Saturday Night, y el israelí Roy Assaf, quien introducirá Cabaret Total. La ceremonia concluyó con la proyección de la película de apertura, Emilia Pérez, del director francés Jacques Audiard.
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El festival en medio de un contexto de ajustes
A pesar del entusiasmo de la apertura, la 39° edición del festival se desarrolla en un clima tenso debido a los recortes presupuestarios implementados por el gobierno nacional, liderado por Javier Milei. Estos ajustes afectaron gravemente al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), generando una disminución significativa en las políticas de fomento a la industria audiovisual.
En respuesta, el Municipio de General Pueyrredon aportó financiamiento para garantizar la realización del evento, lo que fue resaltado por el presidente del Ente Municipal de Turismo y Cultura, Bernardo Martín. “Llegar a este momento es sumamente importante. Este festival posiciona a Mar del Plata en el mundo, y su impacto en la economía local es invaluable”, señaló.
Sin embargo, las críticas del sector no tardaron en aparecer. Organizaciones como la Federación de Asociaciones de Profesionales de la Industria Audiovisual Argentina y Directores Argentinos Cinematográficos decidieron no participar, mientras que un grupo autoconvocado organizó un evento paralelo bajo el nombre de Contracampo, dedicado exclusivamente al cine nacional.
Una programación que celebra la diversidad
A lo largo del festival, que se extenderá hasta el 1° de diciembre, se proyectarán 120 películas agrupadas en categorías como Competencia Internacional, Competencia Latinoamericana, Competencia Argentina, Estados Alternados y En Tránsito, dedicada a proyectos en desarrollo. También se ofrecerá el ciclo Panorama, que incluirá obras nacionales e internacionales de distintos géneros.
Las funciones tendrán lugar en diversas salas de la ciudad, como el Paseo Aldrey, el Teatro Auditorium y el Teatro Colón. Según el Incaa, los precios de las entradas varían entre $2.500 y $4.000, aunque también habrá proyecciones gratuitas en el Teatro Colón, cuyas entradas podrán retirarse el mismo día de cada función.
Una edición especial que mira al futuro
A pesar de las dificultades, la apertura del 39° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata reafirmó su relevancia cultural y su capacidad de adaptación. Con una programación rica en diversidad y una mirada puesta en el pasado y el futuro del cine, el evento promete ser una celebración inolvidable de su 70° aniversario.
El desafío ahora será no solo disfrutar de las películas en competencia, sino también reflexionar sobre el rol del cine en un contexto de crisis y sobre las políticas necesarias para garantizar su continuidad como patrimonio cultural.
