La reconocida actriz Selva Alemán falleció a los 80 años, dejando un legado artístico y una historia de amor con Arturo Puig que trascendió cinco décadas.
Este martes 3 de septiembre, el mundo del espectáculo argentino se vistió de luto tras conocerse la noticia del fallecimiento de Selva Alemán, una de las grandes figuras de la televisión y el teatro.
Alemán, quien tenía 80 años, murió a causa de un infarto, dejando un vacío en la escena artística nacional. Sin embargo, además de su destacada trayectoria profesional, Selva también será recordada por su apasionada y duradera historia de amor con el actor Arturo Puig, con quien compartió 50 años de vida.
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Un amor a primera vista entre Selva Alemán y Arturo Puig
La historia de Selva Alemán y Arturo Puig comenzó en 1974, cuando ambos actores se conocieron en la casa de la productora Diana Álvarez, mientras se preparaban para participar en la telenovela “Fernanda, Martín y nadie más.” Desde el primer momento, el flechazo fue instantáneo.
“Nos miramos y fue como si nos conociéramos de toda la vida,” solía recordar Selva con una sonrisa nostálgica en diversas entrevistas. La química entre ellos era evidente para todos los presentes, pero había un obstáculo importante que les impedía estar juntos: ambos estaban casados en ese momento. Arturo era padre de dos hijos pequeños, Ximena y Juan, y, al igual que Selva, se encontraba en un matrimonio que ya no le llenaba.
La intensidad de sus sentimientos fue creciendo, pero por respeto a sus respectivas familias, decidieron mantener su relación en secreto durante varios meses. “Era difícil ocultarlo,” confesaba Alemán, “porque nuestra conexión era tan fuerte que todos lo notaban.” Finalmente, el amor prevaleció y decidieron hacer pública su relación, enfrentando críticas y desafíos propios de la época. Desde ese momento, comenzaron una vida en común, marcada por el compañerismo y el respeto mutuo, que se convertiría en un ejemplo de amor sólido y sincero dentro del mundo del espectáculo.
La lucha por ser madre de Selva Alemán
Una de las pocas espinas en la historia de amor de Selva Alemán y Arturo Puig fue la imposibilidad de tener hijos juntos. En una emotiva entrevista en 2020 en la mesa de Mirtha Legrand, Selva habló con franqueza sobre este aspecto de su vida. “Me hubiera encantado, pero no pudo ser,” confesó la actriz, revelando que había atravesado por varias cirugías desde muy joven, y que a los 35 años, los médicos le informaron que no podría tener hijos. “En esa época no había tantas opciones como hay ahora,” explicó, refiriéndose a los avances en los tratamientos de fertilidad que hoy existen.
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A pesar de este dolor, Selva encontró en los hijos de Arturo una oportunidad de ejercer su rol maternal de una manera diferente. “Soy abuela, y además he trabajado de mamá postiza con los hijos de Arturo, que realmente los quiero como si fueran míos, por supuesto,” expresó con ternura.
La actriz también reflexionó sobre la posibilidad de adoptar, una opción que consideraron pero no concretaron debido al contexto histórico. “Era la época de la dictadura, y como yo no estaba casada legalmente todavía, no había divorcio, etc. Hubiera podido adoptar por izquierda y no quisimos,” explicó, dejando entrever la complejidad de la situación en aquellos tiempos.
Un legado de amor y compañerismo
A lo largo de los años, Selva y Arturo construyeron una relación que se caracterizó por el respeto mutuo, la admiración profesional y la comprensión en los momentos difíciles. Juntos protagonizaron diversas obras de teatro y proyectos televisivos, siempre demostrando que su vínculo iba más allá de lo profesional. “Nos amábamos en el escenario tanto como fuera de él,” dijo Arturo en más de una ocasión.
La pareja enfrentó con entereza los desafíos de la vida, incluidos los problemas de salud de Selva en los últimos años. “Ella siempre fue una guerrera,” comentó Arturo en una entrevista reciente, recordando con emoción los momentos compartidos.
La partida de Selva Alemán deja un vacío en el mundo del espectáculo argentino, pero su historia de amor con Arturo Puig perdurará como un ejemplo de pasión, compañerismo y entrega incondicional. A pesar de las adversidades, supieron construir una vida juntos llena de amor, un amor que sobrevivió al paso del tiempo y que quedará grabado en la memoria de todos los que los conocieron.
