Investigadores proponen incorporar un nuevo color a los semáforos destinado a vehículos autónomos. Este cambio podría transformar la circulación en las ciudades más concurridas del mundo.
Durante décadas, los semáforos han sido los guardianes silenciosos del tránsito en nuestras ciudades, regulando el flujo vehicular con los tradicionales colores rojo, amarillo y verde. Sin embargo, un nuevo color está a punto de irrumpir en la escena urbana, generando una revolución en la manera en que entendemos la circulación en las intersecciones.
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Se trata del color blanco, una propuesta que proviene de un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Estados Unidos, y que apunta a mejorar la eficiencia del tránsito en las ciudades más transitadas del planeta.
Este color, a diferencia de los que conocemos, no está pensado para los vehículos tradicionales, sino para aquellos que se manejan solos: los vehículos autónomos. Estos autos, también conocidos como “vehículos robóticos”, son capaces de imitar las capacidades humanas de manejo, controlando de manera autónoma su navegación en el entorno urbano. Con la incorporación del color blanco en los semáforos, se busca que estos vehículos se conecten de manera inalámbrica con los semáforos, permitiendo una coordinación más fluida del tráfico.
Semáforo y el color blanco: Una innovación para los vehículos autónomos
La luz blanca en los semáforos funcionaría como una señal exclusiva para los vehículos autónomos, indicándoles que deben seguir las instrucciones del vehículo que les precede. Este sistema crearía un flujo de tráfico más coordinado, reduciendo el tiempo que los vehículos pasan detenidos en las intersecciones, lo que a su vez disminuiría el consumo de combustible y las emisiones contaminantes.
Los científicos que trabajan en este proyecto celebran esta posible mejora en la gestión del tránsito, subrayando su potencial para optimizar la movilidad urbana en un futuro cercano.
No obstante, cabe destacar que esta medida aún no ha sido implementada, ya que se encuentra en una fase inicial de desarrollo. Los investigadores esperan que, en un futuro próximo, el color blanco se convierta en una adición estándar a los semáforos, en sintonía con los avances tecnológicos en el campo del transporte. La llegada de los vehículos autónomos ha abierto la puerta a innovaciones como esta, que podrían redefinir la forma en que nos movemos por las ciudades.
Mientras tanto, el uso del color blanco en los semáforos plantea un nuevo desafío para los conductores de vehículos tradicionales. En situaciones donde los semáforos no funcionan, la regla de prioridad de paso sigue siendo fundamental para evitar accidentes. En un reciente test realizado a conductores, se reveló que el 90% de los participantes desconocía la regla básica que determina cuál vehículo tiene prioridad en una intersección sin semáforos.
La regla establece que el vehículo que circula a la derecha de otro tiene la prioridad de paso. Este principio, aunque simple, se complica cuando más de dos vehículos se encuentran en una intersección. En el ejemplo analizado, un automóvil gris tiene a su derecha a un auto rojo, y el rojo tiene a su derecha un auto azul. En este caso, el auto azul, al estar a la derecha de los demás, es el que tiene la prioridad para cruzar primero, seguido por el rojo y finalmente el gris.
Es crucial que los conductores presten atención a estas reglas, ajustando su velocidad y estando preparados para ceder el paso cuando sea necesario. La correcta aplicación de estas normas puede prevenir accidentes y garantizar un tránsito más seguro y fluido en las intersecciones.
“Taxi”
Porque en Asia ya hay apps que brindan servicio de transporte con autos autónomos: para subir, ingresás un código y te lleva a destino. pic.twitter.com/R6bzprKOiC
— Tendencias en Argentina (@porqueTTarg) July 19, 2024
La introducción del color blanco en los semáforos es solo una parte del futuro del transporte, que cada vez está más orientado hacia la automatización y la eficiencia. Aunque aún falta para que esta medida se haga realidad, es un indicio claro de que el mundo del tránsito está en constante evolución, buscando siempre nuevas maneras de mejorar la seguridad y la movilidad en nuestras ciudades.