El equipo de Diego Martínez mostró una versión renovada en comparación con sus últimos partidos en el torneo local, pero el ajustado 1 a 0 ante Cruzeiro deja la llave abierta para la revancha en Brasil.
En una noche de Copa Sudamericana, Boca Juniors volvió a mostrar destellos de su mejor versión, esa que los hinchas han estado esperando. Bajo la dirección técnica de Diego Martínez, el equipo argentino se impuso 1 a 0 a Cruzeiro en La Bombonera, con un golazo del uruguayo Edinson Cavani. Sin embargo, la sensación que queda es que el resultado fue corto y deja abierta la serie de octavos de final.
Después de varias actuaciones irregulares en el torneo local, Boca necesitaba un cambio de imagen, y lo logró. Desde el inicio del partido, se vio a un equipo concentrado y decidido a hacerse fuerte en su estadio. Enfrente estaba Cruzeiro, un rival de cuidado que llegó a esta instancia tras una sólida fase de grupos, donde finalizó invicto con 12 puntos, fruto de tres victorias y tres empates.
Un Boca dominante, pero poco efectivo
El primer tiempo fue parejo, con ambos equipos midiéndose y tratando de imponer su juego. Boca mostró más seguridad en defensa y un mediocampo combativo, aunque las chances claras de gol no abundaron. La visita, por su parte, intentó aprovechar los espacios, pero se encontró con un equipo xeneize bien plantado.
Fue en el complemento donde Boca comenzó a marcar diferencias. Los dirigidos por Diego Martínez empezaron a manejar la pelota con mayor criterio y a generar peligro en el área rival. Edinson Cavani, que había tenido pocas oportunidades en la primera mitad, apareció en el momento justo para abrir el marcador con un golazo de media distancia, desatando la euforia en las tribunas.
Sin embargo, a pesar de la superioridad mostrada durante buena parte del segundo tiempo, Boca no logró ampliar la ventaja. Las oportunidades estaban, pero la falta de precisión y un arquero rival inspirado evitaron que el marcador reflejara la diferencia en el juego.
Golazo, Edi ⚽🇺🇾pic.twitter.com/FmOOEJwE8u
— Boca Juniors (@BocaJrsOficial) August 16, 2024
La revancha en Brasil, un desafío mayúsculo para Boca
El 1 a 0 es un resultado positivo, pero insuficiente para garantizar tranquilidad de cara a la vuelta en Belo Horizonte. Cruzeiro demostró ser un equipo peligroso, y en casa buscará revertir la serie. Boca tendrá que estar a la altura si quiere avanzar a los cuartos de final de la Copa Sudamericana.
La última vez que el equipo argentino se encontró en una situación similar fue en los dieciseisavos de final, donde eliminó al Independiente del Valle de Ecuador. Después de un empate en el primer partido, Boca logró imponerse por la mínima en el segundo encuentro para avanzar de ronda. Sin embargo, la solidez defensiva será crucial en Brasil si los dirigidos por Martínez quieren seguir soñando con el título continental.
Cavani, el salvador de Boca aunque siempre se espera más
La figura indiscutida del partido fue Edinson Cavani, quien con su golazo le dio a Boca la ventaja necesaria para viajar a Brasil con una leve ventaja. El uruguayo demostró una vez más su jerarquía en momentos decisivos, pero también quedó claro que el equipo depende en exceso de su capacidad goleadora. El resto de los delanteros tendrán que afinar la puntería si quieren evitar sorpresas en la vuelta.
Además, el rendimiento del mediocampo fue clave para controlar el juego, con Pol Fernández y Alan Varela destacándose por su capacidad para recuperar balones y distribuir el juego. En defensa, Marcos Rojo y Nicolás Figal cumplieron, aunque deberán estar aún más atentos en Brasil, donde se espera un Cruzeiro más agresivo.
Optimismo en Boca, pero con cautela
Si bien Boca mostró una mejoría en comparación con sus últimas presentaciones, el resultado final deja una sensación agridulce. La ventaja es mínima y el desafío en Belo Horizonte será enorme. Diego Martínez sabe que su equipo deberá mantener la concentración y aprovechar cada oportunidad si quiere seguir avanzando en la Copa Sudamericana.
Los hinchas, que volvieron a llenar La Bombonera, se ilusionan con la posibilidad de avanzar, pero también son conscientes de que la serie aún está abierta. La próxima semana, Boca se jugará todo en tierras brasileñas, donde la historia reciente indica que ningún error será perdonado.