Tras los rumores de un congelamiento de precios, la aceleración de los costos es inminente.
La suba de los precios y el aumento del dólar contribuyen a que la estimación del índice inflacionario no sea menor a un 6% mensual como se viene intentando hace unos meses. Con un 83% acumulado en los últimos doce meses la aceleración en los precios de los alimentos es casi una confirmación.
En busca de un posible nuevo programa, la Secretaría de Comercio realizará reuniones con las principales empresas alimenticias. Los rumores de precios congelados alertaron a las empresas que proyectan la suba de los mismos antes de que se los detenga, aunque el ministro de Economía afirmó que eso no sucederá.
“El índice de los alimentos y bebidas presento una inflación mensual del 8,3% promedio en las últimas cuatro semanas y 8,6% punta a punta en el mismo periodo”, compartían desde la consultora LCG, agregando que en la segunda semana de octubre la suba de los precios en los alimentos se promedió en 1,63%, lo que estimaría una desaceleración de 1,2 puntos porcentuales comparados a la primera semana.
El 6,6% promediado para la inflación en el mes de octubre se vería arrojado por el arrastre del mes pasado, la suba de precios y servicios regulados.
“Es muy difícil que la inflación pueda bajar significativamente en el corto plazo. Si se avanzara en un programa de estabilización implicaría una consolidación fiscal más rápida, un ajuste de tarifas más fuerte que lo anunciado y un salto del tipo de cambio oficial que tendría un impacto sobre los alimentos y bienes de la canasta básica, que están valuados a tipo de cambio oficial. Incluso un programa de estabilización creíble tendría un efecto de aceleración de la inflación en el corto plazo, mas allá de que si es exitoso a mediano plazo permitiría una baja en la inflación y la brecha cambiaria”, afirmaba el economista Martin Vauthier. Además, agregó que “la política apuesta a que la inflación no se siga acelerando manteniendo el crawiling peg (devaluación progresiva y administrada) en los niveles actuales”, afirmando que de bajar en índice a 5,5%, la caída en la demanda sería posible.
Es una opinión común que los rumores de congelamiento de precios no son creadores de medidas positivas y, tal como expresó el economista, si se les da entidad a los rumores se podría generar un adelanto en la suba de los mismos.
