Cómo es el tratamiento del Parkinson, que afecta a más de 8 millones de personas en el mundo
El 11 de abril, se conmemora el Día Mundial del Parkinson. Esta fecha tiene como objetivo generar conciencia sobre la enfermedad que afecta a más de 8,5 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta patología se trata de una afección cerebral que causa trastornos del movimiento, mentales y del sueño, dolor y otros problemas de salud, los cuales empeoran con el tiempo, advierte el máximo ente sanitario internacional.
Esta enfermedad es un trastorno neurodegenerativo que afecta a las neuronas productoras de dopamina, un neurotransmisor o “mensajero químico” responsable de los movimientos normales del cuerpo, en un área específica del cerebro llamada sustancia negra.
Aunque las causas aún son en gran parte desconocida, los científicos creen que se debe a una combinación de factores genéticos y ambientales.
Cuáles son los signos más destacados, según la Fundación de Parkinson
1. Temblor. Es a menudo el primer síntoma motor de la enfermedad de Parkinson (EP). Ocurre en reposo, puede ser temblor en un dedo, mano o barbilla y disminuye durante el sueño y cuando la parte del cuerpo está en uso. Suele comenzar de forma asimétrica y afecta sólo a un lado del cuerpo, especialmente durante las primeras etapas de la enfermedad. Con la progresión de esta afección, ambos lados pueden verse afectados.
2. Letra pequeña. Un cambio en la escritura llamado micrografía puede ser un signo de la enfermedad de Parkinson. Además de que las palabras suelen ser pequeñas y apiñadas, el tamaño de la letra puede reducirse progresivamente al continuar escribiendo. Este fenómeno es causado por los mismos procesos en el cerebro que conducen a otros síntomas de movimiento de la enfermedad, como lentitud de movimiento, temblor y rigidez, los cuales dificultan la escritura.
3. Pérdida del olfato. No todas las personas con un sentido del olfato reducido desarrollarán Parkinson (EP), pero la mayoría de las personas con esta condición tienen cierta pérdida del sentido del olfato. La hiposmia puede afectar la calidad de vida, provocar un menor disfrute de la comida y una reducción del apetito.
4. Problemas para dormir. Los cambios cerebrales que forman parte de la EP también pueden causar dificultades para para conciliar el sueño y permanecer dormido; somnolencia diurna excesiva; hablar y gritar en sueños; movimientos de las piernas, sacudidas, calambres (síndrome de piernas inquietas), son algunas de sus manifestaciones.
5. Dificultades para moverse o caminar. Una señal temprana puede ser rigidez o dolor en el hombro o las caderas. A veces los pacientes dicen que sus pies parecen “pegados al suelo” y tienen falta de equilibrio. Girar se vuelve un desafío, lo que a menudo conduce a un episodio de congelación y, a veces, a una caída.
6. Náuseas y estreñimiento. Estas sensaciones son síntomas comunes de la enfermedad de Parkinson (EP). Los científicos señalan dos explicaciones para estas dificultades. Los mismos cambios cerebrales en la EP que causan rigidez y movimientos lentos también afectan los músculos involucrados en la deglución y en empujar los alimentos a través del sistema digestivo.
7. Una voz suave o de bajo tono. Algunas personas con EP pueden sonar con un hablar entrecortado y/o ronco y/o tener dificultades para encontrar palabras y, por lo tanto, expresarse lentamente. En otros casos, la EP hace que las personas aceleren su habla, hasta el punto de que puede parecer que tienen tartamudez.
8. Cara enmascarada. Cuando los músculos de la cara están rígidos o tardan más en moverse debido al Parkinson, puede resultar difícil sonreír, levantar las cejas o expresar sentimientos con la cara. A esto se le suele llamar enmascaramiento facial o hipomimia. Si es así, es importante consultar al médico.
9. Mareos o desmayos. Sentirse mareado o desmayarse puede ser un signo de presión arterial baja y estar relacionado con la enfermedad de Parkinson.
10. Postura encorvada. La enfermedad de Parkinson (EP) afecta el control de las actividades automáticas, por lo que pueden ocurrir cambios de postura sin que el cerebro recuerde automáticamente que se debe ponerse erguido. Estos cambios pueden incluir hombros encorvados o redondeados, disminución de la curvatura de la espalda baja o inclinación hacia adelante de la cabeza o de todo el cuerpo.
Respecto a los tratamientos, se recomienda un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada y la participación en actividad física periódica y regular, especialmente de tipo aeróbico como caminar.
También se ha demostrado que ciertas actividades, como la danza, por ejemplo, el tango, pueden mejorar los trastornos, especialmente en la marcha y el equilibrio, siempre bajo la supervisión adecuada del personal médico.
Actualmente, hay una amplia gama de opciones farmacológicas y no farmacológicas, incluidas intervenciones mínimamente invasivas y quirúrgicas, que deben ser seleccionadas cuidadosamente según las necesidades de cada paciente. Es importante tener en cuenta que cada paciente es único, por lo que el diagnóstico es primordial.