El activista Ales Bialiatski, la organización de derechos humanos rusa Memorial y el Centro para las Libertades Civiles de Ucrania recibieron el galardón este viernes 7 de octubre.
Desde la cuenta de Twitter del premio Nobel se declaraba la victoria de los ganadores defensores de los derechos humanos en Rusia, alegando que estos representan a la sociedad civil de sus países de origen: “Llevan muchos años promoviendo el derecho a criticar al poder y a proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos”, enunciaban.
“Este premio no va dirigido contra Vladimir Putin, ni por su cumpleaños ni en ningún otro sentido, excepto por el hecho de que su gobierno, como el gobierno de Bielorrusia, representan un gobierno autoritario que reprime a los activistas por los Derechos Humanos”, formulaba Berit Reiss- Andersen, presidenta del comité Nobel.
Bialiatski habría sido uno delos fomentadores del movimiento democrático en la década del 80. Habia creado en el año 1996 una organización de derechos humanos donde protestaba contra el uso de métodos de tortura hacia los presos políticos, Viasna Human Rights Centre.
“Desde 2020 sigue detenido sin juicio (…) el señor Bialiatski no ha cedido ni un ápice en su lucha por los derechos humanos y la democracia en Bielorrusia” aseguraban desde los Nobel.
Por otro lado, la ONG Memorial, se encargó desde 1987 de que las víctimas del régimen comunista no fueran olvidadas. La organización se ocupó de, en el periodo de las guerras de Chechenia, compendiar información sobre abusos y crímenes de guerra cometidos hacia la población por parte de fuerzas rusas y bielorrusas.
El Centro para las Libertades Civiles de Ucrania fue premiada por adoptar “una postura para fortalecer la sociedad civil ucraniana y presionar a las autoridades para que Ucrania sea una democracia de pleno derecho”. El lugar se encargó de recolectar información sobre crímenes de guerra por parte de los rusos hacia los habitantes ucranianos.
