Menores de edad participan en el negocio ilegal de los “cajeros” online de apuestas
En los últimos meses, el crecimiento de las apuestas online en el mercado de la Argentina ha logrado crear un nuevo negocio ilegal que mantiene preocupados a varios especialistas en el país, la de los “cajeros”. Estos sirven de intermediarios para la recepción y transferencia de dinero entre jugadores y plataformas de juego a cambio de una comisión, sin regulaciones y de una manera ilegal.
El problema principal de esta dinámica es que termina convirtiéndose en una puerta de entrada de simple apertura para que los menores de edad puedan dar sus primeros pasos en el oscuro mundo de los sitios de apuesta. Ocurre que suele ocurrir que un grupo de apostadores menores de edad pueden participar en diversos juegos a través del nombre de un mayor, quien termina quedándose con una comisión de lo apostado.
Te podria interesar: Spotify Wrapped 2023: los argentinos más escuchados del año
En este sentido, dichos “cajeros” funcionan por medio de diversas redes sociales, tales como WhatsApp, Instagram y Telegram, las cuales son de fácil acceso para los menores que buscan conseguir dinero extra. Así es que publican anuncios en los que ofrecen sus servicios y logran ponerse en contacto con los interesados para que estos puedan llevar a cabo sus apuestas.
La dinámica es simple, el apostador contacta al servidor “cajero” y le indica el monto que busca poner en juego. Segundos después, el “cajero” recibe el dinero en efectivo o mediante una transferencia bancaria por parte de su cliente y lo transfiere directamente a la plataforma de juego (apuesta). Si el apostador gana, el “cajero” le entrega el premio.
Este tipo de negocio es ilegal en la Argentina, dado a que las apuestas online se encuentran permitidas exclusivamente en casinos y casas de juegos que cuentan con la autorización correspondiente. No obstante, el crecimiento de las plataformas de juego clandestinas se ha encargado de incentivar el nacimiento de los “cajeros”, quienes se caracterizan por ser jóvenes que buscan una fuente de ingresos fácil.
Ocurre que estos sujetos no tienen que invertir dinero en infraestructura ni personal, ya que pueden trabajar desde cualquier lugar, cobrando comisiones elevadas que les permiten generar buenos ingresos. En tanto, según investigaciones sobre el tema, un cajero puede llegar a hacer 600 mil pesos por mes.
Te podria interesar: Efemérides: esto pasó el 30 de noviembre
Por su parte, el auge de este tipo de negocios y el nacimiento de los cajeros de apuesta online representa un gran riesgo para los apostadores, dado a que estos intermediarios no se encuentran regulados por ninguna autoridad, lo que deja una garantía nula respecto a la entrega de los premios.
La proliferación de las plataformas clandestinas y la facilidad con la que operan los “cajeros” dificultan la tarea de control. A pesar de que las alertas son cada vez mayores, la industria del entretenimiento sigue empeñada en mostrar que apostar puede ser que algo bueno sea aún mejor. La banalización de una problemática social como la ludopatía puede ser muy peligrosa. Todos los expertos coinciden en que la ludopatía será, si es que ya no lo es, la próxima gran adicción entre los jóvenes, siempre más vulnerables a los estímulos