Amazon ofrecerá su inteligencia artificial "Q" en dos versiones, una enfocada a trabajadores de perfil de negocios, por 20 dólares al mes, y otra para empleados de perfil técnico y desarrolladores, por 25 dólares al mes
A la larga lista de inteligencias artificiales generativas y conversacionales, herramientas como ChatGPT, Copilot o Bard, hay que sumar hoy un nuevo nombre: Q. Se trata de la primera inteligencia artificial de Amazon y, a diferencia de sus rivales, no está pensada para ser utilizada por cualquier usuario, sino por clientes de AWS específicamente en entornos de trabajo.
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“Amazon Q proporciona información y asesoramiento a los empleados para agilizar sus tareas, acelerar la toma de decisiones o la resolución de problemas”, explica la empresa, que estos días celebra un evento Re:Invent, centrado en sus servicios de infraestructura de redes AWS.
La interfaz de Q es similar a la de otras inteligencias artificiales. Entiende peticiones en lenguaje natural y las responde también con textos de diferente extensión pero elaborados de acuerdo a la información privada de la empresa o la información específica de sus clientes.
🚨#BREAKING: Amazon has announced a Q AI chatbot for businesses. pic.twitter.com/Es76WBsCOG
— R A W S A L E R T S (@rawsalerts) November 28, 2023
El desembarco de Amazon pone de relieve el interés que hay en el mercado por ofrecer herramientas análogas a ChatGPT pero en las que la información esté ligada al dominio específico de una empresa o cliente concreto. En muchas compañías el uso de estas herramientas públicas está de hecho prohibido por las implicaciones que podría tener para la seguridad y privacidad de los datos compartidos.
Esto ha creado una oportunidad para que proveedores de infraestructura digital, como Microsoft o Amazon, creen versiones similares de estas populares herramientas, pero aisladas y compartimentalizadas. Q, por ejemplo, es capaz de responder con diferentes datos según el nivel de acceso de cada empleado a los documentos internos de la empresa.
Amazon ofrecerá Q en dos versiones, una enfocada a trabajadores de perfil de negocios, por 20 dólares al mes, y otra para empleados de perfil técnico y desarrolladores, por 25 dólares al mes. La inteligencia artificial no se ha creado en torno a un modelo de lenguaje específico (como podría ser GPT 3.5 en el caso de ChatGPT), sino que usa varios modelos, entre ellos los desarrollados por Meta o Anthropic, una compañía en la que Amazon ha invertido recientemente 5.000 millones de dólares.
La nueva inteligencia artificial Q de Amazon en un basto mercado de opciones
Q, en cualquier caso, no es el único anuncio de Amazon centrado en inteligencia artificial durante este evento. La empresa, por ejemplo, ha lanzado una herramienta, Guardrails, para que las compañías puedan generar modelos de lenguaje -el motor de estas inteligencias artificiales generativas- propios con límites específicos en el tipo de temas que pueden responder.
También ha mostrado dos nuevos procesadores propios, Graviton4 y AWS Trainium2, creados específicamente para sus centros de datos y con funciones especificas para acelerar tareas de aprendizaje máquina y cálculos en redes neuronales, los bloques con los que se construyen las modernas herramientas de inteligencia artificial.
La inteligencia artificial (IA) es un campo de la informática que busca desarrollar sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requieren la inteligencia humana. Utiliza algoritmos y modelos matemáticos para permitir a las máquinas aprender de datos, reconocer patrones, tomar decisiones y resolver problemas de manera autónoma. La IA se clasifica en dos categorías principales: IA débil, diseñada para tareas específicas, y IA fuerte, que busca replicar la inteligencia humana en su totalidad.
La IA ha experimentado avances significativos en diversas áreas, como el procesamiento del lenguaje natural, la visión por computadora, el reconocimiento de voz y el aprendizaje automático. Estos avances han llevado a la creación de asistentes virtuales, sistemas de recomendación, vehículos autónomos y herramientas de diagnóstico médico más precisas.
A pesar de sus beneficios, la IA plantea desafíos éticos y sociales, como la pérdida de empleos debido a la automatización, la privacidad de datos y la toma de decisiones algorítmica. Es fundamental abordar estos problemas para garantizar un desarrollo responsable de la IA y aprovechar sus capacidades para mejorar la sociedad.