El asesino serial apodado como el “Pirata” acechó las aguas de Trinidad y Tobago para acabar con la vida de 400 personas
El caso de John Boysie Singh es sin duda uno de los más particulares de la historia criminal mundial y es que este asesino serial fue líder de una banda de piratas que acechó en las aguas de Trinidad y Tobago y, bajo la falsa promesa de trasladar turistas de un país a otro, se encargaba de robarles, asesinarlos y tirarlos al mar como carnada de tiburones. Se especula que la cantidad de víctimas fatales de Singh se redondea en, al menos, 400 personas entre los años 1947 y 1956.
Nacido el 5 de abril de 1908 en Puerto España, Boysie, también conocido como “Raja”, era hijo de Bhagrang Singh, un fugitivo que emigró a Trinidad y Tobago británica desde la India británica junto con su esposa. Fue un reconocido delincuente y apostador que luego se dedicó a la piratería y al crimen. Durante casi diez años, entre 1947 y 1956, él y su banda atemorizaron a todos en las aguas que iban desde Trinidad y Tobago y Venezuela.
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Asi es que esta banda de delincuentes prometían a los turistas transportarlos desde las aguas de Trinidad hacia Venezuela, pero en el caminos sorprendían robando a sus víctimas a mano armada y luego acabando con sus vidas por el único fin de después tirarlas al mar sirviendo de comida a los tiburones. Bajo ese modus operandi, se estima que asesinó a unas, al menos, 400 personas, muchas de las cuales dejaba los cadáveres como evidencia. En este sentido, tras conocer el relato, la población de Puerto España comenzaba a tenerles miedo, mientras él se paseaba por la zona con ropa brillante y elegante. De hecho, quedó la leyenda entre madres y niñeras que les advertían a sus hijos: “¡Compórtate, hombre, o Boysie vendrá para comerte”.
La paradoja fue que a pesar de estimarse que Boysie mató a más de 400 personas, nunca pudo encontrarse evidencia concreta que compruebe firmemente que así fuera. De hecho, finalmente fue ahorcado el 20 de agosto de 1957 en Puerto España por el asesinato de una bailarina de nombre Hattie Werk, cuyo cadáver nunca se encontró.
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Una numerosa cantidad de investigadores que se encargaron de trabajar y analizar el tema llegaron a la conclusión de que la autoría del homicidio nunca tuvo tanta claridad en relación a que el responsable fuera Boysie Singh.