El chico volvía del colegio en el día de ayer cuando fue sorprendido por 2 delincuentes que le dispararon y huyeron de la escena del crimen.
Debido a la demora de la ambulancia el chico fue trasladado en un vehículo particular hacia el hospital Ballestrini, donde los médicos aseguraron que estaba fuera de peligro a pesar de tener una bala incrustada en el ojo derecho.
Una de las primeras personas en asistir al chico fue Jessica, quien trabaja en una pollería cerca del lugar de los hechos y al escuchar el tiro se acercó y brindó toda la ayuda que pudo. Entre sus palabras logró apuntar hacia la sociedad al sostener que “Se estaba desangrando y la gente no hace nada, Me quedé esperando a que venga la policía y la ambulancia, que nunca apareció. Yo mientras tanto le presionaba el pómulo para que dejara de sangrar porque pensé que se me iba a morir en las manos”.