A un año de anunciar su despedida de los escenarios, el artista y bailarín fue operado con éxito de un tumor en la cabeza.
Días antes de la intervención, habló ante los medios: “tenía dos opciones: probar con rayos, pero eso es paliativo y momentáneo porque el tumor sigue estando ahí, y la otra opción era extraerlo directamente. Así que decidí ir de una por esta última sin dudar”. Ahora se recupera acompañado por su hija Sofía. “Un tumor en el cerebro le sacaron, y el señor está impecable. Está chequeando Instagram”, comparió con humor su hija a través de las redes.
Mientras tanto, disfrutan de unos días de padre e hija, en los que Aníbal no se detiene ni un minuto, ya que afortunadamente se siente bien. Cabe recordar que había aclarado que su decisión de no hacer más teatro musical no tenía que ver con sus problemas de salud: “Es una decisión como artista, porque creo que ya cumplí mi función en el musical. Eso no significa que no deje de trabajar”, explicó.
Además, se mostró molesto por el tono fatalista que le dieron algunos periodistas a su despedida: “Vamos a terminar con el cuentito de los que quieren hacer amarillismo con mi enfermedad. Yo estoy en un tratamiento oncológico desde hace cinco años. Estoy en perfecto estado, haciendo todos los deberes. Están alarmando una situación que no corresponde. Tomo una decisión adulta: hasta acá llegué para bailar en un escenario”.