El astro rosarino volvió a la titularidad en el equipo de campeones del mundo y se convirtió en el máximo goleador histórico de las Eliminatorias Sudamericanas
Lionel Messi regresó a la cancha y la Selección argentina supo reconocerlo. El equipo de campeones del mundo volvió a vencer en las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá, aunque esta vez enfrentándose cara a cara con Perú en Lima, en el marco de la fecha 4.
El partido fue brillante, atractivo por parte de los jugadores de la Albiceleste, aunque quien destacó de entre los competidores fue el astro rosarino, quien logró envocar un doblete a los 32 y 42 minutos del primer tiempo llevando a los campeones del mundo a la gloria máxima.
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Tras su presentación en Lima, la Selección argentina llegó a las 12 unidades, dado a que ostenta de un puntaje perfecto acumulando un total de cuatro triunfos en igual cantidad de presentaciones, separándose de Uruguay, Brasil y Venezuela por cinco puntos, quienes son sus escoltas.
El encuentro comenzó con la Selección argentina imponiendo sus condiciones de la mano de un Messi que con dos intervenciones adelantó que tendría una noche brillante exigiendo al arquero Pedro Gallese, sin embargo, Perú no se dejó avasallar y depositó en Paolo Guerrero las mejores acciones. Cuando el equipo de Lionel Scaloni decidió atacar, tuvo una faceta atractiva y punzante, pero cuando le tocó defender, dejó algunas dudas que fueron despejadas por el arquero Emiliano “Dibu” Martínez, quien volvió a exhibir sus credenciales como “mejor arquero del mundo”.
Con un elaborado trabajo, en el que el mediocampo argentino hizo un desgaste físico descomunal y con la calidad que lo caracteriza, creció en el campo de juego y se asoció a un Messi que con dos golazos le dio la ventaja a la Selección nacional antes que finalice el primer acto.
En el complemento, Argentina volvió a exhibir un nivel superlativo, con el que superó a un Perú que nunca pudo meterse en partido y se lo vio desbordado, al punto de proponer un juego áspero, en el que logró más riñas que claridad. Messi fue el encargado de coquetear con el gol, pero sus acciones no prosperaron, incluso logró anotar el tercer tanto, pero el mismo fue anulado -a instancias del VAR- por una posición adelantada que generó polémica y Argentina se tuvo que conformar con el 2 a 0 que le permitió ser líder absoluto de las Eliminatorias Sudamericanas
