El cantante cordobés había sufrido un ACV el pasado 23 de agosto
Luego de haber pasado una semana en observación internado en una clínica especializada de la ciudad de Córdoba, el cantante de cuarteto Carlos La Mona Jiménez, de 72 años, fue dado de alta. Durante su paso por el centro médico, el emblemático referente del cuarteto fue sometido a una intervención quirúrgica donde se le colocó un stent a consecuencia de haber sido víctima de un Acciedente Cerebro Vascular que produjo una obstrucción significativa, que alcanzaba el 80%, en la arteria carótida.
El episodio que llevó a que el emblemático cantante cordobés de cuarteto termine siendo hospitalizado había ocurrido en la madrugada del miércoles 23 de agosto, cuando en medio de una comida familiar en su domicilio de Cordoba, el cantante sufrió un principio de ACV. Según el relato de personas cercanas y de sus familiares, el músico se encontraba comiendo y, de un momento a otro, sufrió un mareo que encendió las alarmas de sus acompañantes, quienes lo trasladaron de urgencia al Instituto Modelo Cardiológico, donde fue internado en terapia intensiva.
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Ahora, fuentes cercanas al artista aseguraron a la agencia de noticias Telam que, luego e haber recibido el alta del hospital especializado, Jimenez se encuentra en su hogar, gozando de un buen estado de salud y estable.
Cuando la noticia sobre la internación del artista llegó a los medios de comunicación, los fanáticos del cantante se vieron conmovidos, al igual que el mundo del espectáculo. Desde el instante en que la primicia se convirtió en tema de agenda, numerosos periodistas y programas de la televisión se congregaron frente al centro médico donde se encuentra siendo atendido el referente del cuarteto. Al mismo tiempo, varios fanáticos de La Mona se acercaron al lugar y se mantuvieron en sus alrededores para demostrar su apoyo y cariño, aunque no pudieron ingresar al centro.
¿Qué es un ACV?
Un Accidente cerebrovascular, mejor conocido por sus siglas ACV o ictus, refiere a la interrupción del flujo sanguíneo del cerebro, esto puede ocurrir por la rotura o el bloqueo de un vaso sanguíneo.
Cuando el flujo sanguíneo se detiene durante más de unos segundos, el cerebro no puede recibir sangre y oxígeno, lo que provoca la posible muerte de células cerebrales, lo que puede desencadenar un daño permanente.
Estos accidentes cerebrovasculares pueden resultar de dos tipos, isquémicos o hemorrágicos. El primero puede resultar del taponamiento de las arterias, una afección denominada ateroesclerosis, mientras que el segundo ocurre cuando un vaso sanguíneo en parte del cerebro se debilita y se rompe, provocando que la sangre se escape hacia el cerebro.
