El equipo de Gonzalo Montiel y Marcos Acuña se enfrentó al de Julián Alvarez en un partido que concluyó con el marcador 1 a 1 en el tiempo regular.
La tarde del miércoles 16 de agosto fue protagonizada por un duro cara a cara entre un Manchester City dormido y un Sevilla enérgico. A pesar de que los de rojo parecían avasallar a los de celeste, el compromiso acabó 1 a 1 y recién pudo resolverse en la tanda de penales que terminó por dar como campeón de la Supercopa UEFA al conjunto inglés.
Aunque el dinamismo del City no apareció, teniendo en cuenta que se encuentra en pleno regreso del receso de 10 días con la final de la Community Shield, el partido que puso en compromiso al campeón de la UEFA Champions League contra el de la UEFA Europa League en Grecia fue entretenido.
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El Sevilla fue el que ingresó al campo de juego más centrado y enseguida llevó a los de Manchester a acorralarse en el área cercada a Ederson, aunque los goles estuvieron ausentes. No obstante, el City respondió rápidamente poniendo en aprietos a Bono, quien brilló en cancha con atajadas impresionantes.
Pese a sus incansables intentos, el equipo de Pep Guardiola parece estar oxidado, sin lograr fluir en el campo con la dinámica que tanto los caracterizó en la última temporada. Las jugadas rápidas y elaboradas no aparecieron. La prepotencia ofensiva fue lo que terminó llevando a los de Julian Alvarez a golpear a su rival, aunque los golpeados terminaron siendo ellos cuando un cabezazo de Youssef En Nesyri puso en ventaja al Sevilla.
Los siguientes 15 minutos fueron los peores para el conjunto inglés, que se vio perdido bajo la posible derrota. Sin embargo, el Sevilla no pudo aprovechar los errores de su rival, que cuando se recompuso, dominó la pelota y, tras varios intentos fallidos, alcanzó el empate con un encuentro pasado de Rodri que Palmer dirigió a Bono de cabeza en los 62 minutos de juego.
El show de goles de la fecha quedaría aquí, o al menos en tiempo regular, ya que esta copa no contempla el suplementario, por lo que cuando el descuento terminó comenzaron los penales. La tanda fue extraña, ninguno de los arqueros logró destacar y los pateadores del City y el Sevilla cumplieron casi en su totalidad. Los primeros cinco celestes lograron hacer que la pelota traspase la línea de los tres palos, mientras que el quinto del equipo español, Nemanja Gudelj terminó estrellando el balón con el travesaño, desatando el festejo rival a sus espaldas.
