“No solo no hubiéramos sido nada sin ustedes sino con toda la gente que estuvo a nuestro alrededor, desde el comienzo. Algunos siguen hasta hoy. ¡Gracias... totales!”
Con esas palabras Gustavo Cerati le ponía fin al último concierto de Soda Stereo, que se retiró a lo grande: más de 60.000 personas colmaron el estadio de River la noche del 20 de septiembre de 1997.
El concierto empezó pasadas las 22:30. A esa altura, las tres bandas soporte -Tumbas, Avant Press y los Santos Inocentes- ya habían hecho su trabajo, y solo faltaba la aparición de Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti arriba del escenario.
A las 22:35 se apagaron las luces y sólo los flashes de las cámaras de los fotógrafos dejaban ver la silueta de Cerati, quien tomó el micrófono y dijo: “Hola… Llegó la hora, el minuto, segundo, instante. Supongo que tienen sed. Soda Stereo, Buenos Aires, Argentina”. En ese momento sonaron los primeros acordes de “En la ciudad de la furia” y se desató la fiesta.
“De Música Ligera”, fue el elegido para finalizar el recital y, sobre el cierre del mismo, Cerati pronunció esa frase que se recordará por siempre pese al paso de los años:
¡Gracias totales!