El arquero marplatense jugó con la idea de que ‘La Pulga’ llegue al Aston Villa luego de abandonar su proyecto en el PSG
El flamante arquero campeón del mundo, Emiliano “Dibu” Martinez jugó con la posibilidad de que el delantero Lionel Messi llegue al Aston Villa, equipo británico en el que se encuentra el marplatense, una vez que se confirme su despedida del Paris Saint Germain y, a la vez, aseguró que él se encargaría de prepararle asados a diario y cebarle mates.
Asimismo, agregó que hasta se recortaría el sueldo para que puede recalar en la entidad inglesa. “Si lo silban yo lo traería al Villa. Venite acá, te cebamos mates y ahí sí le hago asados todos los fines de semana. A la gente le hago que haga banderitas y listo, la pasa bien”, determinó el “Dibu” para una entrevista televisiva.
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Ya casi es un hecho de que el apodado como ‘La Pulga’ dejará de ser jugador del equipo parisino en julio de este año.”Me corto el salario, hacemos todo lo posible”, bromeó el arquero. Aún no está confirmado en qué club jugará Messi en el futuro pero tiene tres propuestas firmes: Al Hilal de Arabia Saudita, el Inter de Miami de David Beckham y el ansiado regreso al Barcelona que hoy dirige Xavi Hernández.
Además, el deportista habló sobre la histórica atajada en la final ante Randall Kolo Muani e indicó: “Nunca va a haber una atajada como esa. Capaz que atajé alguna mejor, pero esa va a quedar de por vida. Por el momento, la tensión, el sufrimiento”.
“Yo sentía la tensión de mis centrales cuando nos había empatado. Es un momento en el que el equipo queda muy dolido. Lo que más rescato es estar tan calmo en el momento del impacto. No me fue corriendo o para atrás. Me quedé donde me tenía que quedar”, dijo. “Puedo atajar 200 pelotas mejores, pero esa va a ser la atajada de mi vida”, sostuvo el arquero albiceleste sobre aquella atajada en la final ante Francia en la última jugada que le permitió llegar a los penales y luego consagrarse campeón del mundo.
“Yo no dije no puedo creer lo que ataje. Lo que más pienso es en el silencio que había cuando la pelota estaba picando en el uno contra uno. El estadio era un 80% argentino y cuando la pelota le pasó a Otamendi, que no llegó a sacarla, y quedo uno contra uno, hubo un silencio de dos segundos. Cuando voy a dormir, que a veces todavía me cuesta, escucho ese silencio que había en el estadio. Yo recuerdo ese momento de pausa”, cerró el arquero marplatense.