Día a día los Trastornos de la Conducta Alimentaria son más frecuentes entre niños, adolescentes y adultos, por eso es importante conocerlos para poder ayudar a los que pueden estar padeciéndolos.
Un Trastorno de la Conducta Alimentaria o TCA poco reconocido es la ortorexia, este trata de una obsesión descontrolada por comer sano al punto de llegar a situaciones como el aislamiento social, sentimiento de culpa por comer algo fuera de los estándares nutricionales establecidos por el propio enfermo e incluso el ayuno voluntario si es que no existen opciones de alimentos supuestamente sanos.
Entre los alimentos que no comen las personas con esta clase de TCA podemos encontrar la carne, las grasas, los alimentos vegetales en cuyos cultivos se hayan utilizado pesticidas o herbicidas, así como todo tipo de ultraprocesados o que contienen aditivos artificiales como conservantes, colorantes, etc.
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“El ortoréxico no sustituye los alimentos que rechaza por otros que puedan aportarle los mismos complementos nutricionales. Esto se traduce en anemia, carencias vitamínicas o de oligoelementos o falta de energía”, cuenta Isabel Zamarrón, profesional del Departamento de Nutrición del Hospital Universitario Ramón y Cajal, de Madrid.
Aunque el término todavía no está reconocido por la Organización Mundial de la Salud y no hay datos contrastados sobre ella, la ortorexia es un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente en los países desarrollados. Según indica el doctor Steven Bratman en su libro, titulado ´Health Food Junkies´ (“Los yonquis de la comida sana”) en lugar de una vida, estas personas tienen un menú.
Como nace la ortorexia y como se detecta
Si bien no están claros los factores que están detrás del nacimiento de la ortorexia, se observó que suele manifestarse en personas con comportamientos realmente obsesivos y muy perfeccionistas. Este último rasgo es compartido con los sujetos que sufren anorexia, bulimia u otros trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y, de hecho, en algunos casos la ortorexia forma parte de la sintomatología restrictiva de esas patologías.
Psiquiatras y psicólogos especializados en el área observan con frecuencia que la preocupación excesiva por la comida sana tiene que ver, según Marina Díaz Marsá, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid, “con un malestar o una dificultad personal que se intenta paliar controlando otros aspectos de la vida”, en este caso, a través de la comida.
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El síntoma principal que caracteriza a esta enfermedad es la preocupación excesiva por todo lo que se ingiere. Los pacientes invierten un gran número de horas al día planificando y preparando las comidas y suelen ser tan estrictos que, incluso, se sienten culpables cuando lo incumplen y se castigan con dietas y ayunos aún más rígidos. Al mismo tiempo, eliminan por completo determinados alimentos en su dieta, no sólo carnes y grasas, sino también otras sustancias como el azúcar.
A diferencia de otros trastornos alimentarios, los ortoréxicos suelen ser personas muy abiertas a la hora de difundir sus reglas de alimentación y no se abstienen en mostrarse orgullosos de ellas frente a otras personas, pero los especialistas indicaron que pueden llegar a menospreciar a aquellas que no siguen reglas dietéticas, por lo que el paciente puede verse abocado al aislamiento social.
La ortorexia suele comenzar con hábitos de vida saludables que se convierten en obsesión y puede provocar grandes pérdidas de peso. Además, pueden perder la capacidad de comer intuitivamente, es decir, dejan de saber cuándo tienen hambre o cuándo se encuentran saciados.