La plataforma morada se plantó con su modelo de monetización, y le hizo frente a la propuesta de Kick, el nuevo competidor del streaming.
Algunas medidas que tomó Twitch en el último tiempo inquietaron un poco a la comunidad, al punto de que algunos streamers decidieron irse a Youtube, Booyah, Mixer, etc.
La irrupción en el mercado de Kick, un flamante competidor en la escena del streaming, creada por el ex streamer de Twitch Trainwreck, surgió a raíz de la imposibilidad de generar contenido de casino online en la pantalla virtual perteneciente a Amazon.
La propuesta más tentadora de Kick para seducir a los streamers no fue precisamente la libertad para crear contenido. Si bien las restricciones son un punto negativo para la gran mayoría del mundo del stream, en este caso Kick apuntó al bolsillo.
El impredecible crecimiento del streaming a partir de la pandemia por Covid 19 puso a Twitch a administrar una riqueza y poder antes impensada. Por este motivo, tuvo que tomar medidas rápidamente.
El sistema de monetización, que en un principio era 70/30 a favor del streamer (dependiendo de cada contrato), empezó a ser un problema para Twitch, que a fines de 2022 anunció un rotundo cambio en la monetización de las suscripciones.
Kick llegó como una amenaza, y le dará el 95% del dinero al streamer. Como respuesta Twitch redobló la apuesta: no sólo no cambió nada a favor del creador de contenido, sino que reafirmó su modelo de monetización.