El presidente francés se refirió a la medida aprobada por el Parlamento y a las manifestaciones que se están produciendo en el país
“Hay que respetar cuando son pacíficas pero no cuando acuden a la extrema violencia”, dijo Emmanuel Macron tras las protestas callejeras que se están produciendo en Francia tras la aprobación de la reforma de pensiones con el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años y la exigencia de cotizar 43 años, en lugar de 42, para cobrar una pensión completa.
“Sería bueno para que 1,8 millones de personas vean aumentada su pensión unos 600 euros por año”, aseguró el presidente ante los principales medios del país.
Emmanuel Macron aseguró que la reforma depende ahora del Consejo Constitucional, pero no de las protestas callejeras, de la cual dijo, “hay que respetar cuando son pacíficas pero no cuando acuden a la extrema violencia”.
Aunque reconoció que “hay que escuchar la cólera” de los ciudadanos, advirtió de que “no se va a tolerar un desbordamiento”, porque “la cólera legítima” contra la reforma no justifica la violencia.
Ante el aumento de huelgas y bloqueos de algunos sectores económicos, dijo que “los bloqueos deben levantarse cuando afectan a la vida económica”, por ejemplo en las refinerías y la distribución de combustible o en las recogida de basuras.
Ante esto, Macron reconoció “no haber conseguido convencer” a los ciudadanos de la necesidad de la reforma de las pensiones, que según las cifras el Gobierno entrarán en un déficit que crecerá hasta los 12.500 millones de euros para 2030.
“¿Creen que me gusta hacer esta reforma? No”, aseguró, antes de insistir en que se ha desechado bajar las pensiones o subir las cotizaciones de empresas y trabajadores. “Somos uno de los países con más impuestos de Europa, lo que solo deja la opción de trabajar más. Ninguna fuerza sindical ha propuesto compromisos. Nos han dicho que no querían ninguna reforma”, insistió.
El presidente aseguró entender el enfado de muchos ciudadanos cuando ven los extraordinarios beneficios de las grandes empresas y aseguró que pedirá al Gobierno que se les obligue a “participar en el esfuerzo colectivo” de la nación.
Una vez finalizada la votación se registraron nuevas protestas en París, con cientos de personas en las calles, quema de basura, saqueo de comercios y al menos 113 manifestantes detenidos.
La reforma jubilatoria recibió el rechazo total de la opinión pública francesa, según las encuestas, y ha generado masivas protestas y al menos nueve huelgas generales en Francia desde mediados de enero.
Un paro de recolectores que se expresaron en contra de la normativa, generó toneladas de basura acumuladas en las calles de París.
Según el Gobierno es necesaria para evitar una quiebra del sistema provisional en medio de una creciente expectativa de vida.
Fuente: EFE
