La cirugía permite reparar la función ventilatoria nasal, corrigiendo la desviación y mejorando la permeabilidad de las fosas nasales.
El tabique nasal está conformado por cartílago y hueso que, de forma vertical, separa las cavidades nasales derecha e izquierda. Muchas veces y por diversas razones, el tabique se encuentra desviado, ocasionando que el paciente tenga dificultad para el pasaje de aire a través de la nariz, es decir, para respirar.
Si una de las fosas nasales es más grande que la otra, puede ser una de las varias señales del tabique desviado.
- Otras señales de la desviación del tabique son:
Dolor en la cara.
Ronquidos.
Dormir hacia un lado, es decir, el que permita una mejor respiración.
Dificultad para respirar.
Sangrados nasales.
Secuelas de rinoplastias estéticas.
Complicaciones de otros procesos quirúrgicos.
Una investigación a cargo de expertos del Centro Médico Universitario de Radboud, perteneciente a la Universidad de Nijmegen (Países Bajos) confirma que la septoplastia, la cirugía para corregir esa desviación, supone una mejora sustancial.
Hasta la fecha, existían dos opciones: la mencionada intervención o un tratamiento conservador y menos invasivo. A pesar de que se presuponía la eficacia de la septoplastia, no existía un consenso sobre la efectividad de este tratamiento, ya que nunca se había investigado sistemáticamente con un grupo de control.