Aniversario 149º de Mar del Plata: poblada de tribus, villa burguesa y balneario popular

La historia del antiguo Puerto de la Laguna de los Padres del partido de Balcarce, a la ciudad gestionada y fundada por Patricio Peralta Ramos

Mar del Plata antes de ser el destino turístico más elegido para disfrutar de una quincena de la temporada de verano, era un sector habitado por tribus dedicados a la caza y el cultivo, hasta que, al correr el tiempo, los primeros europeos y portugueses en arribar fueron imponiendo las primeras bases de la ciudad que hoy en día conocemos.

Si bien se encontraba un pequeño poblado en la zona, no fue hasta la llegada del saladero en 1857, con un tal Coelho de Meyrelles al frente, que el lugar conocido en aquel entonces como Puerto de la Laguna de los Padres, tuviese sus primeras actividades que impulsarían el sector. Sin embargo, el negocio no tuvo buenos resultados y ante la muerte de Meyrelles, un comprador aparece para tomar las riendas del “pequeño” emprendimiento que surgió allí: Patricio Peralta Ramos.

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En 1873 Patricio Peralta Ramos inicia las gestiones para que la localidad de Puerto de la Laguna de los Padres fuera reconocida como tal por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Mariano Acosta, la cual fue aprobada al año siguiente, 10 de febrero de 1874, fecha que conocemos como la fundación de Mar del Plata.

El 15 de octubre de 1879, se crea el Partido de General Pueyrredón, tras la división del Partido de Balcarce, y en 1877 arribaría al pueblo otro personaje histórico de la ciudad, Pedro Luro, seguramente recorriste una avenida con ese nombre. Bueno, Luro se hizo cargo del saladero, la grasería, instaló un molino y construyó un nuevo muelle, impulsando la agricultura en la región.

Luego de 10 años más tarde (en 1886), llegaría a Mar del Plata el ferrocarril, quizás el mayor impulsor de la actividad balnearia en la ciudad, antes de ser conocida como tal, ya que la principal actividad no era veranear, sino trabajar la carne, el pescado, la cosecha, etc. Los porteños arribaban para trabajar y con el tiempo la clase burguesa se interesó en el otro aspecto aún no explotado del lugar, comenzaba el término “vacaciones de verano”.

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Los más adinerados tenían dos destinos turísticos, Europa o la Villa Turística. Llegaban en noviembre y permanecían hasta Semana Santa. Llegaban en ferrocarril con todas sus pertenencias, la familia completa, la servidumbre, los negocios, los trabajos, y la infraestructura europea para ir instalando los emblemáticos edificios que conocemos de la época.

En 1907 Mar del Plata es reconocida como ciudad. Con el tiempo se fueron conformando las infraestructuras destinadas a la elite de la sociedad que veraneaban en el hotel Bristol, Playa Bristol y el Torreón del Monje. Se conformó la antigua Plaza Colón, el paseo General Paz, El chalet de Ana Elía Ortiz Basualdo, ubicado en Av. Colón y Alvear (actualmente museo de arte Juan Carlos Castagnino); la casa de Victoria Ocampo; o la quinta de Emilio Mitre, actualmente Archivo Histórico Municipal.

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Más tarde llegaría la emblemática Rambla Bristol, la cual fue rediseñada en tres oportunidades, dos de ellas a causa de los temporales y la costa que destruyeron e incendiaron la primera estructura construida a base de madera. Finalmente la tercera fue el complejo que conocemos hoy en día con el hotel Provincial y el Casino Central, junto con los Lobos Marinos.

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Las guerras en el mundo marginarían al resto de clase alta a veranear en otra parte que no sea Mar del Plata, por lo que la actividad turística creció. La mayoría de la población eran trabajadores y no personas de clase alta, y tras la pavimentación de la Ruta 2, la ciudad comenzó a ser un lugar más democratizado. Entre 1950 y 1960, la infraestructura comenzó a crecer y a estar destinada a la otra parte de la sociedad. Junto con los sindicatos; la clase alta; quienes viajaban en tren o en automóvil, fueron transformando la Villa Turística en La Feliz, y capital turístico popular.

La historia de una ciudad que es aún mucho más amplia, la cual se encuentra en su capítulo 149 y no tiene intenciones de terminar.

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