Mar del Plata, conocida comúnmente por su apodo denominado "La Feliz", cumple 149 años de historia. La ciudad fue fundada en el año 1874, concretamente un 10 de febrero del citado año, por la reconocida figura de Patricio Peralta Ramos.
La historia de Mar del Plata es muy amplia y rica en todo aspecto. Conocida en el ámbito popular por “La Feliz”, la ciudad celebra 149 años de vida, luego de su fundación del 10 de febrero de 1874, a través de Patricio Peralta Ramos. Tanto en verano como en las vacaciones de invierno, y además de recibir a millones de visitantes de todas partes del país, Mar del Plata conjuga el encanto y la belleza de sus recursos naturales con la hotelería y los servicios disponibles, junto con la hospitalidad de su gente.
Primeros pasos
El primer español que tuvo contacto con las costas marplatenses fue Fernando de Magallanes, quien en febrero de 1519 bautizó “Punta de Arena Gordas” a la actual “Punta Mogotes”.
Posteriormente, Juan de Garay fue determinante para la realización de la primera entrada por tierra entre 1581 y 1582; pero ninguna de estas dos expediciones dejó una población permanente.
Sin embargo, el primer intento fue llevado a cabo por los padres jesuitas Matías Strobel; Tomás Falkner y José Cardiel, quienes en 1747 establecen una misión jesuítica a orillas de la Laguna “Las Cabrillas” (hoy conocida como Laguna de los Padres), este establecimiento alcanzó a tener a 1200 indígenas viviendo en los alrededores y recibió el nombre de “Nuestra Señora del Pilar”.
Esta misión fue breve, debido a la hostilidad de las tribus que no estaban incorporadas a la vida de la misión y ante la pérdida de influencia de la Orden, los jesuitas abandonaron las instalaciones el 1° de septiembre de 1751.
Años mas tarde, entre 1856 y 1857, llegó a la zona Don José Coelho de Meyrelles, de origen portugués, quien ante la corriente de intercambio comercial incipiente, resuelve fundar un establecimiento saladeril, trasladándose hasta la desembocadura del arroyo San Ignacio, luego denominado “Las Chacras” (que hoy cruza entubado el centro de la ciudad).
De esta manera, sobre la actual Av. Luro entre Santiago del Estero y Santa Fe construye un saladero y un muelle de hierro frente a la actual Punta Iglesia. La población en torno al saladero comenzó a ser llamada Puerto de la Laguna de los Padres y poco a poco en los alrededores se empezó a concentrar un pequeño núcleo de pobladores.
Ciertos problemas económicos y de salud alejaron a José Meyrelles que vendió sus bienes a Patricio Peralta Ramos en 1860. El campo comprado eran 32 leguas, integradas por las estancias: Laguna de los Padres, San Julián de Vivoratá y La Armonía de Cobo.
El pueblo de Mar del Plata
Cuando Patricio Peralta Ramos se hace cargo de las tierras de Coelho de Meyrelles, inicia el 14 de noviembre de 1873 las gestiones ante el gobierno de la provincia para que se reconozca la existencia de el pueblo “Puerto de la Laguna de los Padres” en terrenos de su propiedad.
Esta solicitud tuvo una respuesta favorable y el 10 de febrero de 1874 el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Mariano Acosta, firmó el decreto donde reconoce al nuevo pueblo dentro del Partido de Balcarce, el cual recibe a pedido de Peralta Ramos el nombre de Mar del Plata.
Es así como el 15 de octubre de 1879, el gobierno provincial autoriza la creación del Partido de Gral. Pueyrredón (producto de una división del Partido de Balcarce). Un acontecimiento que influyó positivamente en el desarrollo de Mar del Plata fue la llegada en 1877 de Pedro Luro, quien se hizo cargo del saladero, la grasería, instaló un molino y construyó un nuevo muelle; lo cual dio un decisivo impulso a la agricultura.
La villa turística
El 26 de septiembre de 1886 llega al pueblo de Mar del Plata el ferrocarril, conectando así la localidad en pleno desarrollo con la capital del país y pudiendo transformarse lentamente en un centro urbano moderno. El tren ayudó a movilizar a una población que elegía esta localidad para trabajar y habitar todo el año.
Desde fines del siglo pasado y hasta los años ‘30, Mar del Plata fue convirtiéndose en un balneario de élite. Las familias adineradas tomaban sus vacaciones en la ciudad desde el mes de noviembre y permanecían hasta Semana Santa, allí convivían los que residían permanentemente en la ciudad y los residentes de carácter temporario, es decir, los turistas.
Mar del Plata comenzó como una “villa balnearia” por iniciativa de la clase alta porteña, que se vio reflejado en la inauguración del hotel Bristol, en 1880, y a la cual asistió un centenar de personalidades, entre ellas el entonces Ministro de Guerra y Marina, Carlos Pellegrini.
Segunda etapa de crecimiento
Con el paso de los años, Mar del Plata siguió con su evolución, que tuvo su punto de inflexión en los años ’30, configurando una nueva postal urbana: fue cuando el gobierno de la provincia de Buenos Aires, llevó a cabo un plan de obras públicas y en 1938 se pavimentó la ruta 2, mientras que en 1941 se construyó el balneario en Playa Grande.
A medida que la afluencia de veraneantes era mayor, algunos miembros de la élite comenzaron el éxodo hacia el sur de la ciudad, instalándose en Playa Chica y Playa Grande, más allá de Cabo Corrientes hasta el Golf.
“La década feliz”
Desde 1950 a 1960, Mar del Plata creció mucho mas y pasó de ser un destino veraniego de la elite porteña a ser la capital del turismo popular, cuando comienzan a aparecer turistas de los sectores sociales de clase media de reciente formación, quienes querían tener también, un lugar en ciudad.
Poco a poco fueron aparecieron los rascacielos y también los hoteles sindicales. Mar del Plata se convirtió, paso a paso, en un reflejo de las transformaciones sociales del país.
Con más de mil hoteles, noventa balnearios, cientos de departamentos en alquiler y millones de visitantes por temporada, la ciudad llegó a su apogeo en la década de 1960 y continúa siendo el destino favorito de los turistas quienes eligen esta ciudad a la hora de veranear.