Como muchos otros destinos europeos, Noruega está estudiando la aplicación de una tasa turística para frenar las llegadas masivas de viajeros al país. Así lo confirmó el Ministerio de Finanzas, desde donde aclararon que la medida empezaría a regir en 2024.
Como muchos otros destinos europeos, Noruega está estudiando la aplicación de una tasa turística para frenar las llegadas masivas de viajeros al país. Así lo confirmó el Ministerio de Finanzas, desde donde aclararon que la medida empezaría a regir en 2024.
Hoy, el país recibe a unos 10 millones de turistas anuales, un número muy inferior al de lugares más afectados por el overtourism o “sobreturismo” como Barcelona, Ámsterdam o Venecia, pero que ya está generando aglomeraciones en sitios populares y, en consecuencia, conflictos con los locales.
Puntualmente, las islas Lofoten (en el norte del país) y Bergen (conocida como “la puerta de entrada a los fiordos”) son algunos de los destinos que más cruceros y colectivos turísticos reciben, por lo que serían los primeros destinatarios de esta nueva medida.
El objetivo de la implementación de la tasa, según se explicó desde el Ministerio de Finanzas noruego, es distribuir en localidades más chicas y apartadas lo que se recaude gracias a la actividad turística.