Tras no encontrar rastros del supuesto derrumbe, la organización de Defensa Civil de Mar del Plata aseguró que la muerte del turista que cayó por un acantilado fue “evitable” a causa de “una decisión individual de ponerse en un peligro innecesario”.
Durante la jornada del martes, el director de Defensa Civil, Rodrigo Goncálvez, aseguró que la muerte del turista de origen español luego de caerse desde la cima de un acantilado se trató de un accidente “evitable”, justificando que durante el operativo de rescate no habían dado con algún tipo de desmoronamiento.
“Lo que nosotros no vimos, ni en la parte superior ni inferior, un desmoronamiento que haya sido el motivo eventual de la caída de esta persona”, apuntó el profesional señalando a la Justicia como quien “va a determinar las causales de la muerte”.
En este marco, el funcionario se refirió al accidente que se cobró la vida de Juan Florez Estrada como una “muerte absurda y evitable, que tuvo que ver con una decisión individual de esta persona de ponerse en un riesgo innecesario e indebido”.
A su vez, refiriéndose al operativo de rescate, el líder indicó: “El resultado no fue el deseado, porque en definitiva no se logró el objetivo de salvarle la vida a esta personal, pero a uno lo enorgullece poder trabajar con áreas que están coordinadas de manera tan profesional”. De esta manera, aseguró que en la correcta ejecución del plan de auxilio se vieron involucrados el personal de prefectura, guardavidas, la dirección de Rescate y Riesgos especiales, el SAME, policía bonaerense, la patrulla municipal y, por supuesto, su equipo de defensa civil.
No obstante, el director no negó que el área en particular se trataba de un riesgo latente en la ciudad, donde las precauciones deben ser extremas. “Por decir que no fue un desmoronamiento tampoco podemos decir que no hay riesgo de desmoronamiento ni que los desmoronamientos no sean una realidad en los acantilados de Mar del Plata, porque si lo son”, señaló seguro.
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Así mismo, apuntó a que las campañas son de ayuda, pero que el factor determinante para la prevención de estos accidentes se relaciona con “la responsabilidad individual de no permanecer sobre ellos (los acantilados), mucho menos con estructuras o vehículos, ni cerca de los bordes, y no permanecer por debajo, lo que la gente comúnmente llama cuevas, y que son socavamientos propios de la erosión y del golpe marítimo sobre estas estructuras naturales, que generan un riesgo permanente”.
