Como ya es tradición, Bill Gates, el millonario fundador de Microsoft, publicó sus predicciones y deseos para el año que acaba de comenzar. Y aunque muchas son alentadoras, el magnate advirtió sobre algunas cuestiones que conviene prestar atención.
Como ya es tradición, Bill Gates, el millonario fundador de Microsoft, publicó sus predicciones y deseos para el año que acaba de comenzar. Y aunque muchas son alentadoras, el magnate advirtió sobre algunas cuestiones que conviene prestar atención.
Cabe recordar que la mayoría de sus pronósticos de años anteriores se han cumplido, por lo que tener en cuenta sus palabras es de vital importancia para garantizar el futuro de las próximas generaciones y la conservación del planeta.
En su artículo “El futuro que nuestros nietos merecen”, el creador del Windows profundizó en cómo el uso de la tecnología puede ser usado para salvar vidas y a la vez afirmó que hechos puntuales, como la guerra en Ucrania y posibles pandemias, ya “están haciendo que el mundo atraviese tiempos difíciles”.
Además, Gates señaló que “el cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes”. Y enfatizó que las personas que poseen menos recursos están acumulando la mayor parte del sufrimiento en estas épocas lo que genera que los niños que nacen en estos hogares tengan que desarrollar sus vidas en contextos complicados.
Las predicciones de Bill Gates
Primeramente se centró en el cambio climático por lo que, advirtió: “Si no alcanzamos las emisiones netas cero, nuestros nietos crecerán en un mundo dramáticamente peor”. Según Gates, el reto no es fácil: “Conseguir emisiones cero será lo más difícil jamás hecho por el hombre”.
Para lograr este objetivo, el empresario apuntó directamente a los mercados y a los gobiernos para que incentiven la creación de nuevas tecnologías con cero emisiones de carbono.
Por otra parte, el creador de la Fundación Bill y Melinda Gates, aseguró que las vacunas contra el Covid-19 proporcionan inmunidad completa, pero recordó que: “sólo reducen la posibilidad de enfermar o morir, no de que la persona se infecte”.
